EL ROCÍO (HUELVA), 22 (EUROPA PRESS)
La Virgen del Rocío ha regresado este viernes al culto después de casi tres meses siendo sometida a una intervención de conservación. Un reencuentro que se hace más cercano al ser entronizada en la peana de plata de su paso procesional, en el plan de altar del presbiterio del Santuario de El Rocío (Huelva). Además, lo ha hecho vistiendo el traje de los Montpensier, un histórico conjunto que ha lucido en grandes momentos.
Según ha indicado la Hermandad Matriz de Almonte en una nota de prensa, la prestigiosa restauradora Fuensanta de la Paz Calatrava ha estado a cargo de esta actuación que se ha desarrollado en dependencias del propio Santuario, en la aldea.
La Patrona de Almonte ha vuelto al culto vistiendo el traje de los Montpensier, un histórico conjunto que ha lucido en grandes momentos como su coronación canónica o la visita de San Juan Pablo II. El Pastorcito viste a juego con la Virgen. Esta pieza textil, una de las más antiguas del ajuar de la Blanca Paloma, regresó la semana pasada del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, donde han limpiado, reforzado y estabilizado sus diferentes elementos: tejido, bordado, blonda y forros.
Además, las coronas que ambos lucen son las de la coronación canónica, de 1919; también de ese año es el rostrillo de la Virgen, conocido como ‘de Muñoz y Pabón’. Las ráfagas son las de punta de martillo, en plata sobredorada, de 1949. Las flores que exornan a la Reina de las Marismas son rosas y paniculatas de color blanco, inspirado en la pintura de la Virgen de Santiago Martínez.
Por otro lado, a las 20,00 horas de este viernes, el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra, oficiará una Misa en el Santuario que también podrá seguirse en directo en las redes sociales de la Hermandad Matriz y Doñana Televisión.
Asimismo, el altar levantado para la ocasión lo conforman piezas de finales del siglo XIX-principios del XX, talladas, doradas y marmolizadas. Un retablo efímero flanqueado por dos ángeles del antiguo camarín de la Virgen, cuya autoría se atribuye a Cayetano de Acosta. Todo ello se enmarca en un cuajado exorno de flores naturales que ha sido donado por las hermandades y asociaciones rocieras.
La realización de las jarras, en tonos rosas, ha estado a cargo de los santeros de la Virgen. Las guirnaldas de las pilastras laterales, compuestas por rosas rojas, hojas de eucaliptos, palmeras y diversas flores de fantasía, han sido confeccionadas por la floristería almonteña AnaFlor.
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