HUELVA, 19 (EUROPA PRESS)
Fertiberia ha asegurado este lunes que “las máximas autoridades científicas de España” han avalado la “fortaleza y la seguridad” del proyecto Restore 20/30 para la restauración de los apilamientos de fosfoyesos de la ría de Huelva, que “logró en 2020 la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva tras un largo y minucioso proceso de concepción, desarrollo y tramitación que se ha prolongado durante una década”.
Según ha indicado la empresa en una nota de prensa, una DIA positiva es el resultado de “una rigurosa y extensa evaluación ambiental” que debe formular el Ministerio de Transición Ecológica –cumpliendo las directrices de la UE– tras someter el proyecto al criterio de técnicos, expertos y autoridades científicas independientes.
En este proceso se analizan todas las alternativas técnicas viables, así como las alegaciones presentadas por actores públicos y de la sociedad civil. Entre los organismos que han participado en el proceso de evaluación ambiental de Restore 20/30 se encuentran “el Instituto Geológico y Minero de España, así como el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), órgano independiente que es la máxima autoridad en España para asegurar la protección radiológica”.
En este proceso, Fertiberia ha destacado que se han tramitado y dado respuesta “a más de 3.000 alegaciones”, por lo que “quedó sólidamente constatado por organismos independientes que Restore 20/30 es seguro y el mejor proyecto de restauración para el apilamiento de fosfoyesos”, además de que “la prioridad absoluta” de Fertiberia es “comenzar su ejecución cuanto antes”.
Por ello, la empresa ha apuntado que “todas las informaciones que se han filtrado las últimas semanas, de manera interesada en diversos medios de comunicación, se basan en estudios y alegaciones que en esencia ya han sido analizados, respondidos y desestimados en el proceso de evaluación de impacto ambiental del proyecto”, que es “el único procedimiento que está legalmente previsto y dotado de todas las garantías necesarias para determinar su idoneidad”.
Entre esas informaciones, Fertiberia ha destacado aquella que “pretende poner en cuestión la estabilidad del apilamiento”. Sobre la misma, la compañía ha explicado que, “con la colaboración de Eptisa, aportó los informes técnicos pertinentes en los que han participado, entre otros organismos, la Universidad Politécnica de Minas de Madrid, y analizó toda la cartografía geológica reciente y las bases de datos sobre fallas activas, complementando esta información con estudios elaborados con técnicas geofísicas e imágenes satelitales”.
“Dichos estudios concluyen que la capacidad portante del apoyo (la marisma) bajo el apilamiento de fosfoyesos está ampliamente estudiada, analizada y zonificada, así como modelizado el comportamiento de la estructura soporte para las diversas hipótesis de carga, encontrándose en todos los casos, incluso ante un sismo extremo, dentro del margen de seguridad establecido por la normativa vigente, las guías de recomendaciones geotécnicas actuales, y las buenas prácticas de ingeniería”, ha informado Fertiberia.
Al respecto, la compañía ha añadido que “a medida que transcurre el tiempo los terrenos se van consolidando más y son más estables”, toda vez que “todos los análisis han sido supervisados por el IGME, que los ha considerado adecuados y suficientes”.
ESTABILIDAD GEOTÉCNICA
Por otro lado, Fertiberia ha remarcado que “no se ha demostrado que haya fallas activas” en los estuarios del Tinto y el Odiel y “si las hubiera, su movimiento es insignificante o nulo”, por lo que, la estabilidad geotécnica del apilamiento es “una realidad que está monitorizada permanentemente con una red de inclinómetros y piezómetros, y con el control topográfico periódico de los asentamientos, cuya información está a disposición de cualquier institución que así lo solicite”.
Asimismo, la compañía ha detallado que el proyecto Restore 20/30 “aporta una garantía adicional a la estabilidad de la zona”, ya que su sistema de drenaje del agua interna del apilamiento “reduce significativamente su peso” y, por lo tanto, “disminuye la presión sobre la marisma, de ahí que se considere la solución adecuada”.
En el caso de la protección del apilamiento frente a posibles desastres naturales, como un tsunami, la compañía ha indicado que el proyecto recoge las conclusiones del IGME e incluye la construcción de escolleras en el perímetro de los apilamientos que pudieran verse afectados por una ola, y prevé para ello “la cota máxima de inundación que produciría este fenómeno”.
Para ello, el estudio empleado en el proyecto “se basa en las conclusiones de científicos en la materia procedentes del Instituto de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Cantabria, el Centro Nacional de Información Cartográfica o el Instituto Superior de Ingeniería de Lisboa, que participaron en el proyecto Transfer de la UE para determinar los riesgos de un tsunami y la implementación de estrategias de defensa frente al mismo”.
“Restore 20/30 refuerza las medidas planteadas por el IGME con la construcción de espadones que elevan aún más la protección de la zona de escolleras”, ha señalado la compañía.
Sobre la caracterización y composición de los fosfoyesos, Fertiberia ha reafirmado que los estudios realizados por empresas especializadas y organismos públicos como Egmasa (la actual Agencia de Medio Ambiente) y Emgrisa (Empresa para la Gestión de Residuos Industriales) indican que “las concentraciones de arsénico de los apilamientos están en parámetros normales y permiten que estos residuos estén catalogados como ‘no peligrosos'”.
Por tanto, según ha argumentado la compañía, los niveles de arsénico y metales en el área de Huelva “se deben a la contaminación histórica que han generado los ríos Tinto y Odiel debido a la centenaria actividad minera que se ha realizado aguas arriba (tal como ha quedado constatado en los estudios de Martínez Peinado, profesor de edafología de la Universidad de Granada)”, y “no están relacionados con el apilamiento de fosfoyesos”.
En este contexto, Fertiberia ha reafirmado que Restore 20/30 es el proyecto de restauración de un apilamiento de fosfoyeso “más ambicioso que se ha hecho en el mundo”, liderado por la empresa norteamericana Ardaman & Associates, toda vez que “ha recogido la experiencia de las principales restauraciones que se han realizado hasta ahora y la ha perfeccionado para realizar una iniciativa que es pionera”.
El proyecto apuesta por “un sellado perimetral para evitar que el agua entre en contacto con la zona sellada, un sistema de nivelación y de escorrentía de aguas pluviales, para que no existan erosiones en la cubierta vegetal, y un riguroso plan de seguimiento y control durante más de treinta años”.
Por último, la empresa ha afirmado que el proyecto ha ido obteniendo “todas las autorizaciones y permisos necesarios”, como “el informe favorable de compatibilidad urbanística por parte del Ayuntamiento de Huelva, así como la apreciación plenamente favorable al proyecto de clausura del apilamiento de fosfoyesos por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)”.
Además, según ha recalcado la compañía obtuvo “la DIA positiva por parte del Ministerio para la Transición Ecológica a fines de 2020 y, con base en el contenido de este documento, en el primer trimestre de 2021 presentó ante la Junta de Andalucía el proyecto básico para lograr la autorización para iniciar Restore 20/30”. Este permiso de la Junta es uno de los últimos requisitos para, previa obtención de la licencia de obras, comenzar la restauración.
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