HUELVA, 22 (EUROPA PRESS)
El escritor y artista visual Rogelio López Cuenca ha expuesto este lunes que es posible “disparar el significado de una obra literaria conjugando estas con espacios físicos en los que las personas están inmersas” por medio de una “distorsión” del lenguaje y de ese espacio físico “que se nos antoja familiar”.
En una ponencia titulada ‘Por lo que se ve’, organizada en la sede onubense de Santa María de La Rábida en la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), dentro del ciclo de conferencias ‘Voces del extremo. La poesía a través del libro, el cante y la pared’, el ponente ha comenzado exponiendo diferentes ejemplos de obras artísticas que ha realizado mediante la “inspiración” a partir de versos de otros autores y tomando como ejemplos diferentes elementos reales que han sido modificados “sustancialmente”.
López ha mostrado una de sus obras, que traducida al español rezaba “atravesar las ideas como se traspasan los pueblos y las fronteras”, en la que conjugaba el uso de distintas señales de tráfico cuyo contenido textual estaba modificado “con palabras extraídas de un poema”. “La Guardia Civil acabó retirando esta obra porque se confundía con una señal de tráfico normal”, ha destacado.
Por medio de ello, el ponente ha explicado que la “máxima interrupción” del significado de una obra en nuestra vida es que pueda parecer “algo real”, ese “poder disruptivo” que en un determinado contexto “puede ser usada de otra forma a la usual”. El artista ha subrayado también que, para demostrar que lo que se hace es una obra de arte y no una “gamberrada”, hace falta un certificado de artista pagado con tus impuestos que acredita tu obra como “inofensiva”.
“El cierto grado de familiaridad en el objeto que exponemos, en el que conjugamos un símbolo preexistente añadiendo elementos que funcionan creando una paradoja reticular, son los que más aceptación reciben por parte del receptor, además de que si permite carta libre para la interpretación del lector gozarán de mucho éxito”, ha reflexionado.
López ha añadido a esta reflexión que “el lenguaje debe ser sometido a una distorsión ligera para transmitir una noción y por medio de él podemos imponer un determinado orden a nuestras obras para ofrecer miles de interpretaciones”.
La ponencia ha concluido con ejemplos de otros proyectos, como el elaborado para un congreso en torno a Constantino Cavafis, con el cual pretendió “demostrar el aparato o maquinaria de concepción sobre este poeta”. “Por medio de unos soportes publicitarios, se combinaron poemas asociándolos a imágenes de modo que el significado se disparase en otra dirección que teníamos anteriormente”, ha terminado exponiendo.
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