PALOS DE LA FRONTERA (HUELVA), 18 (EUROPA PRESS)
La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) ha apostado esta semana por el ‘Encuentro de la Rasselh: Prevención y tratamiento del tabaquismo en el ámbito universitario’, con el que se trata de concienciar de la importancia de esta adicción como principal problema de salud pública en Andalucía.
Un curso que ha contado con la ponencia del neumólogo y directordel Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía y colaborador de la Red Andaluza de Servicios Sanitarios y Espacios Libres de Humo (Rasselh), Marcos García Rueda, quien ha abordado el tabaquismo “desde el punto de vista de la epidemiología y la morbimortalidad”, según ha informado la UNIA en un comunicado.
“El consumo de tabaco es causa de mortalidad y morbilidad; es evitable que la gente enferme, no existe otra causa que, atajándola, salve más vidas”, ha afirmado el neumólogo, a lo que ha añadido que “la prevalencia de tabaquismo, de las personas que fuman a diario en Andalucía, en España y en el mundo entero, está disminuyendo, y esto es importante”.
En este sentido, García ha añadido que “1.300 millones de personas son fumadoras en todo el mundo, algo que aboca a una alta mortalidad que hay que atajar y tratar”, así como “ayudar a fumadores a dejar de fumar”.
En relación al porcentaje de tabaquismo en Andalucía y en España, ha comentado que “la prevalencia en mayores de 15 años está situada en torno al 25% en hombres y al 21% en mujeres”. Unas cifras que, según el neumólogo, “son las más bajas que hemos tenido, de manera progresiva, pero siguen siendo altas”.
Asimismo, ha añadido que la máxima preocupación “es el surgimiento de las nuevas formas de consumo de tabaco, ya que las compañías tabaqueras van diseñando nuevos productos que mantienen la adicción a la nicotina”, lo que provoca que “se contribuya a la normalización del consumo de tabaco o productos con nicotina”.
Además, ha argumentado que “cuando sabemos que lo normal para el aparato respiratorio del cuerpo humano es filtrar aire, tomar oxígeno y exhalar tóxicos, no ingerirlos”.
Por consiguiente, el doctor García ha mostrado su preocupación porque los nuevos dispositivos electrónicos están diseñados para adolescentes y dirigido a chicas y chicos, “son atractivos, tienen colores y sabores, molestan menos en la garganta”.
Al hilo de esto, ha agregado que “aún no se ha investigado mucho en nuestro país acerca de los efectos perniciosos de estos nuevos productos” y que, por ello, “el problema de los cigarrillos electrónicos es que, cuando se consumen con nicotina, causan adicción a esta sustancia”.
Una situación que se da “de manera similar con los cigarrillos que, cuando se consumen sin nicotina, no están exentos de otras patologías, ya que la seguridad de este tipo de cigarrillos electrónicos se desconoce”, ha explicado.
En cuanto a las tendencias actuales, ha señalado que “la mayoría de las personas fumadoras en el mundo occidental, incluido España, son hombres, y que las que fallecen a consecuencia de la enfermedad del tabaco son hombres” a lo que ha añadido que “se ha visto un aumento en la incidencia en la mujer”.
“Las jóvenes se están incorporando al consumo de tabaco, por lo que se prevé que en dos o tres décadas tengamos una avalancha tanto de mortalidad como de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco en las mujeres”, ha destacado el neumólogo, advirtiendo que ” la mitad de los jóvenes, de 14 a 18 años, consumen cigarrillos electrónicos”.
Por último, ha aludido al tabaquismo pasivo o a la exposición involuntaria al humo de tabaco, afirmando que “se ha demostrado que respirar aire contaminado por humo de tabaco provoca enfermedades tan serias como el cáncer de pulmón, la cardiopatía isquémica o el infarto”, entre otros.
Por último, ha afirmado que “el humo del tabaco que va al ambiente tiene una concentración de tóxicos y cancerígenos más alta que la que inhala la persona fumadora”, al tiempo que ha señalado que “los niños son los principales afectados, ya que respiran aire bajo, gatean y se sujetan a los muebles”. Además, ha detallado que “la frecuencia respiratoria del niño es mucho más alta que la del adulto”.
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