GRANADA, 8 (EUROPA PRESS)
El Juzgado de lo Penal número 5 de Granada ha suspendido el juicio previsto este lunes contra el conductor ebrio que el 3 de octubre de 2021 arrolló a un motorista en la circunvalación de la capital granadina causándole la muerte. Se da la circunstancia de que en el momento del accidente el acusado se dirigía a un juicio rápido al que había sido citado después de que el día anterior fuera sorprendido por la Guardia Civil conduciendo también bajo los efectos del alcohol.
El juicio oral contra esta persona, que se encuentra en prisión provisional por estos hechos, ha sido suspendido por baja por enfermedad de una de las representaciones legales en el proceso, han indicado fuentes del caso a Europa Press.
En declaraciones a los medios a las puertas del edificio judicial de Caleta, el hermano de la viuda de la víctima mortal, José Fontana, ha pedido justicia y un cambio en la ley para este tipo de casos, para que pasaran de este modo de poder considerarse como homicidio imprudente, según ha explicado, a doloso, en tanto no se produce “inconscientemente en condiciones normales” por un “descuido”.
En este caso, el acusado es sorprendido el día anterior a los supuestos hechos con un “índice de alcoholemia” que “cuatriplica” lo permitido por la ley, una tasa que habría sido “sumamente mayor” cuando se produjo el arrollamiento mortal la mañana siguiente, ha señalado este familiar.
Asimismo, ha lamentado que la familia ha vivido días “muy duros”, con “ansiedad” por que se celebrara “ya” el juicio y acabar “esta pesadilla y poder descansar”. “Desgraciadamente esto es como una agonía” y “la justicia es como es”, ha concluido.
El acusado se enfrenta a una petición fiscal de cinco años de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave, otro de conducción temeraria y por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas, por los que además de la pena de cárcel la Fiscalía pide que sea condenado a la pérdida definitiva de la vigencia del permiso de conducir y a la privación de pilotar vehículos a motor, según se desprende del escrito de conclusiones provisionales, al que ha tenido acceso Europa Press.
La víctima, F.M., de 54 años, se dirigía aquel domingo en su motocicleta al gimnasio, sobre las 9,30 horas, cuando fue arrollado por este conductor en la autovía GR-30 a su paso por Armilla (Granada); estaba casado y tenía dos hijos. La familia, que ejerce la acusación particular en la causa y ha solicitado una condena de seis años de prisión, reclama que se haga “justicia” en este caso, así como un endurecimiento de las penas cuando haya una reincidencia flagrante del consumo de alcohol y drogas al volante como a su juicio ha ocurrido en este caso.
Según el relato de la Fiscalía, el acusado, de 53 años, se incorporó a la GR-30 en sentido Jaén sobre las 9,15 horas con su vehículo tras haber ingerido bebidas alcohólicas que “limitaban sus facultades para una correcta conducción”, lo que propició que condujera “de manera irregular, distraído, dando bandazos de uno a otro carril”, lo cual fue observado y “sufrido” por otros usuarios de la vía. De hecho, a dos de ellos se aproximó de “manera sorpresiva” lateralmente y estuvo a punto de colisionar con ellos.
El fiscal precisa que este tramo de circulación es recto, existe una limitación específica de 90 kilómetros por hora y había buena visibilidad y condiciones atmosféricas. En un momento dado, a la altura del kilómetro 16,00 de la vía, el investigado superó un carril de aceleración y se incorporó a la circulación colocándose en el carril derecho y “dada la manera de conducir descrita, su falta de atención en la conducción y la omisión más elemental del deber de cuidado propiciada por su ingesta de bebidas alcohólicas”, no se percató de que por su lado izquierdo circulaba correctamente la motocicleta de la víctima.
ARRASTRÓ A LA VÍCTIMA
Así, y sin realizar maniobra evasiva alguna ni de frenado, invadió el carril izquierdo y embistió la parte trasera de la motocicleta, saliendo el casco que usaba el motorista desprendido por la violencia del impacto, y tanto la motocicleta como el motorista, que cayó al suelo, quedaron enganchados por el vehículo del acusado.
Los arrastró durante bastantes metros y pasó por encima del motorista, hasta que finalmente paró porque la motocicleta le dificulta la marcha. Después de parar y en las maniobras que realizó para retirar su vehículo, dio marcha atrás y volvió a atropellar por el brazo el cuerpo de la víctima, que yacía malherido en el suelo. El hombre fue auxiliado por varias personas y por una ambulancia que pasaba por el lugar, pero nada pudo hacerse por salvar su vida, dado el grave traumatismo craneoencefálico que sufrió.
Expone el fiscal que el acusado “presentaba síntomas claros de ir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, tales como agotamiento, cansancio, olor a alcohol, rostro enrojecido, tartamudea y tenía los ojos brillantes”, por lo que la dotación de la Guardia Civil que se personó en el lugar le practicó la prueba de alcoholemia, que arrojó un resultado positivo de 1,04 y 1,13 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. El acusado se negó a contrastarlo con un análisis de sangre.
“Se da la paradoja de que esa mañana se dirigía al Juzgado de Guardia ya que estaba citado para las 10,00 horas para la celebración de un juicio rápido por alcoholemia, ya que el día anterior conducía por la N-432 y fue parado por la Guardia Civil, que al apreciarle síntomas externos de embriaguez le sometió a la prueba de alcoholemia y dio positivo de 1,13 y 1,05 miligramos de alcohol por aire espirado”, según expone el Ministerio Público en su escrito de acusación.
La familia de la víctima, representada, por el abogado Juan Fernando Hernández, de Bufete Ganivet, solicita que el acusado sea condenado a seis años de prisión como autor de los delitos de conducción temeraria, conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas y homicidio por imprudencia grave, por los que también reclaman que se imponga al acusado la privación del permiso de conducir y del derecho a pilotar vehículos de motor.
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