ÓRGIVA (GRANADA), 5 (EUROPA PRESS)
La Unidad de Policía Nacional Adscrita a Andalucía está colaborando estos días en el desmantelamiento de la comuna hippie asentada en el paraje de Beneficio, en Órgiva (Granada), considerada la más grande de España, donde han sido localizados hasta el momento ocho menores de edad “sin escolarizar y en situación de riesgo”.
Este paraje, situado en pleno Parque Natural de Sierra Nevada, ha acogido durante décadas esta comuna en la que en los últimos tiempos conviven alrededor de un centenar de personas de diferentes nacionalidades a las que se les ha comenzado a notificar que deben desalojar este entorno natural que han estado ocupando ilegalmente.
La Unidad de Policía Nacional Adscrita a Andalucía ha informado este martes de que está colaborando en estas labores, con las que hasta el momento se han identificado a 65 personas. En este mismo lugar los efectivos han encontrado ocho menores de edad “sin escolarizar y en situación de riesgo”, según precisa este cuerpo a través de su cuenta oficial en la red social X –la antigua Twitter–, consultada por Europa Press.
Los trabajos de acondicionamiento y limpieza, por parte de la Junta de Andalucía, del cauce del río Sucio que atraviesa este paraje han servido de revulsivo para “poner fin” a los asentamientos. De hecho, el entorno del cauce donde los operarios han trabajado en los últimos días estaba siendo usado como un extenso aparcamiento de coches, caravanas y furgonetas a cuyos propietarios se les ha conminado a abandonar el lugar y donde ya se han retirado varios camiones de residuos y chatarras, según relató en su momento a Europa Press el alcalde de Órgiva, Raúl Orellana.
El resto de los asentamientos se encuentran un poco más arriba, donde residen varias decenas de personas en tiendas de campaña, chozas y construcciones rudimentarias. Con apoyo de las fuerzas del orden se está identificando a todo el que resida ilegalmente en estos terrenos –hay una minoría que sí son propietarios– para notificarles de forma oficial que deben abandonarlos. “Ha llegado el momento de poner fin a esto”, según el alcalde de este pueblo de la Alpujarra granadina, quien recalca que es un “peligro” que estas personas vivan en “el cauce de un barranco” donde las fuertes lluvias y una crecida del río “se los podría llevar por delante”.
Además de razones de seguridad, el municipio alude a los conatos de incendio que se han venido registrando en esta zona protegida por la actividad de estas personas y donde es muy difícil el acceso de los servicios de emergencias y extinción ante cualquier urgencia.
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