
GRANADA, 12 (EUROPA PRESS)
El laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada ha logrado identificar los restos de Ángel Matarán, maestro de Alhendín, y de su hijo Alfonso Matarán, recuperados el 7 de mayo de 2022 de una fosa común de Nigüelas por el equipo arqueológico ArqueoAntro, que dirigen Miguel Mezquida y Javier Iglesias.
Después de un trabajo minucioso en el laboratorio, que se ha prolongado durante casi tres años, los especialistas en identificación genética han comunicado a la familia el resultado positivo del análisis óseo, según ha informado la Asociación Granadina Verdad, Justicia y Reparación.
Sin embargo, el proceso de exhumación e identificación se ha realizado tan tarde, 89 años después del crimen, que todos los hijos del maestro ya han fallecido y no podrán ser testigos de este momento tan emotivo para la familia. Ahora serán sus nietos los que organicen un homenaje y les den una sepultura digna.
Olga, Alfonso y Ricardo, nietos del maestro Ángel Matarán, ha manifestado su alegría al confirmarse que los restos pertenecen a sus seres queridos. La voluntad de los nietos es cumplir el deseo de sus padres, que no han podido ver este momento que la familia lleva esperando 89 años: “Seguramente, enterraremos al abuelo en el cementerio de Granada, junto a su mujer, la maestra Justa de Vicente” y con ellos, a su hijo Alfonso Matarán.
Los restos de Ángel Matarán y su hijo Alfonso fueron encontrados por el equipo ArqueoAntro en una fosa común de Niguelas, donde había 20 víctimas en total. Todas las víctimas mostraban signos de violencia, algunas muy jóvenes (calculan que de 14 a 18 años), otras tenían un impacto de proyectil en el cráneo e incluso estaban maniatadas.
La investigación previa del historiador Alfredo Ortega fue fundamental para lograr este éxito, pues no había constancia de los fusilamientos en el archivo municipal. ArqueoAntro pudo hacer la excavación gracias a los testimonios orales recogidos por Ortega entre los familias de las víctimas. Asimismo, contó con la colaboración del Ayuntamiento de Nigüelas y una subvención de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
FUSILADO POR QUITAR LOS CRUCIFIJOS DE LA ESCUELA
El maestro Ángel Matarán fue fusilado, junto a su hijo Alfonso, el 13 de agosto de 1936, acusado por los franquistas de mantener una actitud antirreligiosa. Entre otras cuestiones, fue acusado de retirar los crucifijos de su escuela, tal y como ordenaba una circular del Ministerio de Instrucción Pública para conseguir una enseñanza laica.
Durante una misa, el párroco de Alhendín lanzó una soflama contra Ángel Matarán, provocando la reacción violenta de los vecinos ultracatólicos, que asaltaron la escuela, según informó entonces la prensa local. Ángel Matarán tenía 49 años y su hijo Alfonso apenas contaba 19 cuando fueron fusilados.
A partir de ese momento, esta familia de maestros tuvo que esconderse en el Albayzín y la madre, Justa de Vicente, que también era maestra, fue apartada de la enseñanza, acusada de ser viuda de un “maestro rojo”. Gran parte de la familia acabó exiliándose a Argentina, “pues no soportaba el ambiente de represión y miseria que había en Granada”.
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