GRANADA, 27 (EUROPA PRESS)
Los trabajos de restauración del Patio de la Capilla del Hospital Real, sede del rectorado de la Universidad de Granada (UGR), han incluido la reforma de los forjados originales del siglo XVI, ya que varias de las vigas de madera estaban fracturadas por la sobrecarga de una escalera de piedra añadida en la primera mitad del siglo XX, utilizando para ello material local y tecnología propia.
Ante la necesidad de respetar el tipo de material original (madera) y la imposibilidad de aumentar el tamaño de las vigas, el estudio Annona Arquitectura, encargado del proyecto de restauración, y la Unidad de Investigación de la Madera estructural de Andalucía (UIMA) de la Escuela de Ingeniería de Edificación de la UGR encontraron la solución en un producto innovador, las vigas laminadas reforzadas con fibra de carbono.
“La fibra de carbono, material de altas prestaciones en cuanto a su elevada resistencia y rigidez con muy poca sección, ha permitido que las vigas laminadas resultantes tengan una resistencia y rigidez muy elevadas, con un aumento mínimo de la sección de la viga, permitiendo así cumplir las exigencias de restauración de un edificio BIC”, ha explicado en una nota de prensa del proyecto LIFE ‘Wood for Future’ el catedrático Antolino Gallego, coordinador de la UIMA.
Esta tecnología fue desarrollada hace tres años en un proyecto de investigación de la UIMA, y ahora está siendo transferida a través de la empresa Iberolam Timber & Technology, ‘spinoff’ de la UGR surgida del proyecto LIFE Wood for Future. El cálculo de las vigas para las cargas estimadas ha sido realizado por la oficina técnica de la empresa Iberolam y las vigas han sido elaboradas en la UIMA, con su propia maquinaria disponible.
Además, para mantener la conexión con los materiales del territorio, las vigas laminadas han sido realizadas con pino laricio extraído del Monte de Navahondona del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas, a través de una colaboración entre el proyecto LIFE y la Delegación de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía en Jaén.
“El pino laricio es la conífera de mayor resistencia y rigidez de Europa. Esto, junto con el uso de la fibra de carbono embebida en el laminado y la esmerada selección de las tablas, ha permitido conseguir un aumento del 32 por ciento en la rigidez y del 90 por ciento en la resistencia respecto a las vigas laminadas más exigentes disponibles en el mercado (GL32h)”, ha resaltado Francisco Rescalvo, investigador de la UIMA responsable de la parte técnica de este proyecto.
Antolino Gallego ha destacado la importante labor de la UIMA, el primer laboratorio que se instalará en la Azucarera de San Isidro (futuro ‘ecocampus’ de la UGR), “como unidad de I+D+i que no solo investiga para publicar sus resultados, sino para transferirlos, comercializarlos y crear un impacto en el territorio, y en concreto en el patrimonio arquitectónico de Andalucía, Granada y la propia Universidad. Es investigación y desarrollo de la Universidad para la propia Universidad”.
El catedrático ha subrayado la disposición de la UIMA, dentro de su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, a “contribuir al impulso de la construcción con madera y la restauración de edificios patrimoniales en Andalucía”.
Victoria Carreras, presidenta de Iberolam y de la Agrupación de Productores Marjal Chopo, ha explicado que esta spinoff surgida de la UGR “es una empresa de capital granadino que permite poner en el mercado nuevos productos estructurales de chopo y pino laricio generados en el proyecto LIFE ‘Wood for Future”.
“Contribuir con nuestra empresa a que la Universidad mejore su patrimonio, cuando es la propia Universidad la que ha generado la empresa, es un enorme orgullo”, ha expresado Carreras, quien ha recordado que Iberolam puede participar, con su conocimiento y sus productos, en la rehabilitación futura de la Azucarera, declarada BIC.
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