GRANADA, 24 (EUROPA PRESS)
La casa que vio nacer al poeta Rafael Guillén forma desde este lunes parte del callejero emocional que recorre los lugares más singulares y con mayor historia de la ciudad, tras la colocación de una placa conmemorativa en la casa que lo vio nacer en la calle San Juan de Dios.
El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, acompañado por el propio poeta y sus hijas, Marina y Esperanza Guillén, ha descubierto la placa conmemorativa que desde hoy preside la fachada del número 36 de la calle San Juan Dios, donde el 27 de abril de 1933 nació Rafael Guillén, sin lugar a dudas una de las voces más brillantes y representativas de la poesía de la generación del 50.
Con este emotivo acto, celebrado precisamente el día de San Rafael y que ha contado con la presencia de familiares, amigos y vecinos; el Ayuntamiento de Granada a través de la Comisión de Honores y Distinciones cumple con la voluntad de vecinos y colectivos del barrio de Centro Boquerón-San Juan de Dios que impulsaron hace ya meses este merecido reconocimiento y que, además, estos días celebran la fiesta del barrio por primera vez en varias décadas.
Porque, como ha destacado Cuenca, “son precisamente los barrios el motor de la Granada que late, que bulle entre sus calles y que necesita a sus referentes, a personajes ilustres como Rafael Guillén, para conocer la historia, su historia; para conocer de dónde venimos para saber cuál es el mejor destino de los posibles”.
“Granada, ciudad de la literatura, de la Alhambra, de Lorca y de la ciencia y la tecnología, tiene en Guillén otro faro único. Él escribe con magia y belleza sobre temas universales como el amor o la degradación del tiempo, pero también sobre la memoria de lo nuestro. Siempre con un cadencioso fraseo musical”, ha aseverado el alcalde, quien ha destacado el “cariño” que trasladan siempre los versos de Guillén “por una Granada controvertida, a veces ingrata, en otras ocasiones fiel, y para siempre única, bella y eterna”.
Guillén, uno de los autores “imprescindibles” de su generación, cuenta con una larga trayectoria artística y entre sus méritos figura el haber ayudado a recuperar la cultura poética en Andalucía tras la devastación de la Guerra Civil.
La primera teniente de alcalde y presidenta de la Comisión de Honores y Distinciones, Ana Muñoz, ha repasado parte de la extensa trayectoria de Guillén, que ha sido reconocida por sus lectores, por la crítica y por las instituciones culturales. Esa “unanimidad de apoyos” le ha hecho merecedor de la concesión, entre otros, del Premio Nacional de Literatura 1994 por su obra ‘Los estados transparentes’, del Premio de la Crítica Andaluza en 2003 por ‘Las edades del frío’, del Premio de las Letras Andaluzas Elio Antonio de Nebrija por su trayectoria literaria en 2011 y del Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada Federico García Lorca en 2014.
Anteriormente ya había obtenido el Premio del Círculo de Escritores y Poetas Iberoamericanos de Nueva York en 1963, el Hispano-Centroamericano en 1965, el Leopoldo Panero en 1967 por ‘Tercer gesto’, el Guipúzcoa y el Boscán en 1968 por ‘Gesto segundo’ y el Ciudad de Barcelona 1970 por ‘Los vientos’.
Miembro de la Academia de Buenas Letras de Granada y de la de Nobles Artes de Antequera, entre las numerosas distinciones con las que cuenta Guillén también destacan la Medalla de Oro de la Ciudad de Granada, la Medalla de Oro de la Provincia de Granada, la Medalla de Honor de la Academia de Bellas Artes de Granada, la Insignia Poeta Don Luis de Góngora de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba y la Medalla de Honor de la Fundación Rodríguez-Acosta.
A todos estos reconocimientos Rafael Guillén suma desde hoy posiblemente el más especial de todos, el que parte de sus vecinos, el que parte de su Granada, para convertir la casa en la nació un espacio para la memoria, el tributo y el recuerdo. Como reza la placa conmemorativa del número 36 de la calle San Juan Dios: “Hay sitios a los que se puede volver sin haberse ido”.
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