GRANADA, 12 (EUROPA PRESS)
El delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta en Granada, Fernando Egea, ha visitado el crucificado de Diego de Siloé, que preside el retablo del convento de la Encarnación de la capital granadina, y que ya luce completamente restaurado después de la intervención a la que ha sido sometido por el restaurador Julio López Alcaraz.
El responsable político ha dado la enhorabuena tanto al restaurador como a la comunidad religiosa promotora de la actuación, según ha informado la Junta en una nota. “El convento de la Encarnación, si bien es un espacio muy desconocido a pesar de estar en el corazón de Granada, como muchos otros conventos de nuestro país, conserva un gran patrimonio del que esta imagen es buen ejemplo”, ha afirmado el delegado.
El restaurador ha explicado que las actuaciones llevadas a cabo sobre la obra han consistido en tratamientos de conservación curativa como eliminación del polvo y depósitos superficiales, fijación de la policromía, desinsectación y consolidación del soporte.
Junto con estas medidas, se han acometido otras de restauración propiamente dicha como la reconstrucción volumétrica de algunas partes desaparecidas –como uno de los dedos–, así como estucado de lagunas o reintegración cromática.
La intervención ha sido llevada a cabo por el conservador y restaurador de bienes culturales Julio López Alcaraz a lo largo de doce meses, en el marco de un proyecto en el que han participado profesionales de obras disciplinas como la historia del arte, la química o la ebanistería.
El coste de la misma ha alcanzado los 18.281 euros, de los cuales la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, en el marco de su plan de apoyo al arte sacro, ha aportado el 80 por ciento, es decir 14.624 euros, mientras que el convento, el 20 por ciento restante.
Se trata de una de las grandes obras de la imagenería granadina, factura de Diego de Siloé, uno de los artistas más polifacéticos y relevantes de la España del siglo XVI. El escultor, también arquitecto de la Catedral de Granada o del Monasterio de San Jerónimo, es autor de algunas de las imágenes más destacadas de la ciudad del período renacentista.
De entre las obras que se atribuyen al escultor burgalés, el crucificado del convento de la Encarnación es uno de los más notorios, juntamente al de las Injurias de la Catedral de Zamora, y al del Monasterio de las Huelgas Reales de Burgos, así como al de la iglesia de San Andrés de Granada, también restaurado con ayuda de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte en 2021.
La imagen, datada en 1563, en la última etapa del artista, se encuentra recogida en el Inventario de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español, lo que acredita su valía y le ha hecho merecedor de una de las subvenciones que la Junta de Andalucía concede para la recuperación del arte sacro.
Egea ha aprovechado para invitar a los granadinos, en estas fechas cercanas a Semana Santa en que la capilla del convento suele estar más abierta al público, a que se acerquen y conozcan tanto el edificio como la obra ya restaurada en su capilla.
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