GRANADA, 29 (EUROPA PRESS)
La Sección Segunda de la Audiencia de Granada celebrará del 13 al 16 de enero el juicio contra nueve prestamistas acusados de extorsionar y coaccionar a una familia que contrajo con ellos diversas deudas a raíz de la adicción al juego de uno de sus miembros. Las cantidades que debían pagar estas personas se incrementaron con intereses desproporcionados con el simple paso de los meses, llegando a superar el millón de euros.
Una situación que llevó a esta familia a perder sus propiedades y les causó un gran coste emocional por las supuestas amenazas y coacciones que padecieron durante ese tiempo, según detalla el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, que solicita una condena de seis años de prisión para cada uno de los acusados.
El punto de partida fue la adicción al juego y a las drogas del hijo mayor de la familia deudora, en cual fue solicitando préstamos de dinero en fechas anteriores al mes de julio de 2017 a varios de los acusados, según detalla el escrito fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press.
Tras tener conocimiento de la situación, el padre quiso ayudarle pidiendo a su vez otros préstamos para saldar las deudas anteriores, que tenía que devolver junto a unos intereses que se multiplicaban con el paso del tiempo.
Así por ejemplo, de los 50.000 euros que padre e hijo solicitaron inicialmente a uno de estos prestamistas, la deuda ascendió a 430.000 euros, de los que abonaron 122.000, pero igualmente le restaba por pagar más de 600.000 euros por los intereses que generó el acuerdo.
A otra de las prestamistas le pidieron 10.000 euros, pero con el tiempo ella les reclamó a cambio unos 90.000 y en similares términos se encontraban con otros de los acusados que les habían dejado dinero y que comenzaron a reclamarles el pago “amedrentándoles y atemorizándoles”.
De hecho, se presentaban reiteradamente en su domicilio amenazando con matarles, con que “les cortarían trozos de sus dedos o de los de sus familiares” o que acabarían con la vida de todos los miembros de la familia.
Ya que los intereses no paraban de crecer hasta “cantidades desorbitadas” el padre tuvo que deshacerse de diferentes bienes de los que disponía, hipotecar propiedades familiares e incluso recurrir a bienes de su madre de 75 años.
“Agobiado y atosigado” por las amenazas de los prestamistas, el hombre reconoció ante notario deudas por más de 1,7 millones de euros a varios de ellos que debía abonar en unos pocos meses e incluso días; y llegó a formalizar una escritura de compraventa de una gasolinera que era de su propiedad y por la que no le pagaron nada.
A cuenta de toda esta situación, tanto el padre de familia –que ya ha fallecido– como su madre y su mujer sufrieron ansiedad y depresión, encontrándose en una situación de “ruina personal, emocional y patrimonial” por la que ahora quieren reclamar por todos los perjuicios a los presuntos responsables, según expone la Fiscalía, que acusa a estas personas de un delito continuado de extorsión en concurso con otro de coacciones.
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