GRANADA, 10 (EUROPA PRESS)
El Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) participa en ‘Plato’, la primera misión científica que volará a bordo del nuevo cohete europeo Ariane 6, mediante el desarrollo de sus dos unidades principales de electrónica y la planificación científica previa a su lanzamiento.
En los últimos 15 años, las misiones espaciales fotométricas de alta precisión, desarrolladas por las principales agencias espaciales del mundo, han impulsado avances significativos en física estelar y en ciencia exoplanetaria. En este contexto, la innovadora misión ‘Plato’ (PLAnetary Transits and Oscillation of stars) de la ESA ha sido diseñada para descubrir planetas potencialmente habitables alrededor de estrellas similares a nuestro Sol.
Su objetivo es estudiar en detalle miles de exoplanetas, con especial atención a los de tipo terrestre-rocosos y compuestos principalmente de silicio, oxígeno y metales-en contraste con los gigantes gaseosos como Júpiter o Saturno.
“Plato permitirá estudiar análogos a la Tierra y sentará las bases científicas para entender los sistemas planetarios como el nuestro”, comenta el doctor Javier Pascual, jefe del Grupo de Variabilidad Estelar del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y miembro del consorcio Plato España.
El cazador de planetas Plato será la primera misión científica en viajar a bordo de Ariane 6, el nuevo cohete de carga pesada de Europa, equipado con dos propulsores que permitirán su despegue desde el Puerto Espacial Europeo, en la Guayana Francesa, a finales de 2026.
El vehículo será situado en órbita alrededor del punto de Lagrange L2 del sistema Sol-Tierra, a 1,5 millones de kilómetros de la plataforma de lanzamiento. Para cumplir su misión, ‘Plato’ utilizará 26 cámaras para observar más de 200.000 estrellas simultáneamente en busca de planetas orbitando a su alrededor.
Para detectarlos, se aplicará el método de tránsito, que consiste en detectar el bloqueo de luz que se produce cuando un planeta pasa frente a su estrella anfitriona. Analizando este oscurecimiento, se pueden determinar el tamaño, la masa y la densidad del planeta.
Su instrumentación científica es fruto de la colaboración entre la ESA y el Plato Mission Consortium, un consorcio que agrupa centros de investigación, institutos e industrias europeas.
ESPAÑA, ACTOR CLAVE EN LA MISIÓN PLATO
España desempeña un papel clave en esta misión proporcionando los ordenadores de a bordo que procesarán todas las imágenes y datos científicos, así como las estructuras termomecánicas de las 26 cámaras y la calibración en vacío térmico de 10 de ellas.
Además, participa en el desarrollo e implementación de nuevas herramientas para el análisis y tratamiento de los datos que el satélite generará durante los cuatro años posteriores a su lanzamiento, previsto para finales de 2026.
El consorcio ‘Plato’ España incluye miembros procedentes de siete destacados centros de investigación nacional: Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), Centro de Astrobiología (CAB-CSIC/INTA), Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), Instituto de Ciencias del Espacio (ICE), Universidad de Granada (UGR) y Universidad de Valencia (UV).
En concreto, el IAA-CSIC, a través de su Unidad de Desarrollo Instrumental y Tecnológico (UDIT), responsable del desarrollo de las dos unidades principales de electrónica. Su trabajo abarca desde los primeros prototipos y modelos estructurales, de ingeniería y de cualificación hasta los modelos definitivos que volarán en 2026.
La MEU no solo recibe información de las 24 cámaras normales de ‘Plato’, sino que también procesa las imágenes y envía la información al ordenador central del instrumento.
Por otro lado, el Grupo de Variabilidad Estelar del IAA-CSIC participa en el desarrollo científico previo a la misión, con varias líneas de investigación que incluyen técnicas innovadoras de análisis de datos, modelos estelares avanzados e inteligencia artificial. Su objetivo es lograr un procesamiento masivo de datos para la creación de modelos teóricos estelares y planetarios.
Además, los investigadores del IAA-CSIC promueven un sistema de ciencia abierta para que los datos de la misión y su procesado estén accesibles a toda la comunidad científica.
“Para lograr solucionar los retos de interpretación de los datos de las estrellas pulsantes es imprescindible el uso de herramientas matemáticas y computacionales alternativas a las habituales y la difusión de los resultados de manera que estos sean completamente reproducibles por la comunidad”, subraya Javier Pascual (IAA-CSIC).
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