GRANADA, 5 (EUROPA PRESS)
El acelerador de partículas que se proyecta en Escúzar, en el área metropolitana de Granada, en el marco del proyecto científico Ifmif-Dones, y aquellos otros que se construyen para darle cobertura, conforman una “infraestructura científico-tecnológica”, cuyos equipos consumidores de energía “se están diseñando con altos requisitos de eficiencia energética, en algunos casos, más allá del estado del arte”.
Así consta en la respuesta del Gobierno, con fecha del pasado 16 de septiembre, a una pregunta del PP sobre este proyecto científico en el Congreso, consultada por Europa Press, en la que ya se apunta que Italia se sumará a España y Croacia en el impulso del proyecto Ifmif-Dones.
En este proyecto, según prosigue la respuesta remitida por la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes, se ha producido una “simbiosis” entre las entidades públicas adscritas o interesadas en el mismo y el sector de la industria de la ciencia, con lo que se ha creado “un ecosistema reforzado, con enormes sinergias”.
Este ecosistema, en el que empresas competidoras colaboran para alcanzar los retos tecnológicos planteados por las entidades públicas de I+D+I, está reforzando “significativamente” la presencia de la industria española en el sector a nivel internacional.
En este contexto, las compañías que participan en las licitaciones de equipamientos e instalaciones para infraestructuras como las que rodean a Ifmif-Dones “adquieren un conocimiento muy valioso para desarrollar sus propias capacidades”.
En este sentido, también amplían sus líneas de negocio en un ámbito como la fusión que a medio y largo plazo se convertirá en un sector “altamente demandante de dichas tecnologías”, han detallado desde el Gobierno central.
Durante la fase de construcción, la gestión del impacto ambiental de Ifmif-Dones viene definida en dos ámbitos diferentes. En lo referente a edificación se contempla toda la normativa de aplicación al respecto. En el caso de la fabricación de componentes tecnológicos, en su mayoría cofinanciados con fondos europeos, se respeta el principio de no causar lo que se denomina como “daño ambiental significativo”.
Durante la fase de operación, el acelerador de partículas quedaría clasificado como una instalación radioactiva de primera categoría, de acuerdo con el Real Decreto 1836/1999, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas, que regula la operación de instalaciones singulares como esta.
Como consecuencia, el impacto ambiental de la operación estará supervisado en su caso por el Consejo de Seguridad Nuclear, “en estricto cumplimiento con los límites establecidos en el Real Decreto 1029/2022, de 20 de diciembre, por el que se aprueba el reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes”, detallan desde el Gobierno.
Adicionalmente se está trabajando en proyectos de I+D+I que estarían encaminados a aumentar la sostenibilidad de la planta. Como ejemplo, los de colaboración público-privada, financiados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación en los que se desarrollan, entre otros, varios sistemas de gestión de la energía en la planta que, apoyados por inteligencia artificial, tecnologías de almacenamiento, vector hidrógeno, gestión de microrredes y otras tecnologías innovadoras, permitirán “optimizar la eficiencia global de la infraestructura, más allá de la de sus propios componentes”.
El consorcio Ifmif-Dones, asimismo, necesita unos recursos humanos crecientes a lo largo del tiempo. El personal está formado por profesionales de alta cualificación en áreas muy específicas en las que solo un número limitado de grupos trabajan a nivel mundial, requiriendo experiencia en entornos de I+D+I internacional. La construcción y explotación del acelerador está previsto que permita “la formación y desarrollo de perfiles profesionales altamente cualificados en el campo”.
El 22 de diciembre de 2023 se firmó una adenda al convenio de creación del consorcio Ifmif-Dones España con objeto de “establecer la financiación” del periodo 2024-2027, apostándose por una construcción sobre “un modelo basado en contribuciones en especie de los países e instituciones internacionales participantes en el que cada socio se encarga de construir una parte de la instalación integrándose posteriormente en el emplazamiento, es decir, en Escúzar”.
Así, cada socio se constituye como agencia de implementación, mediante la cual cada participante desarrollará y aportará su contribución en especie, en lo que será, continúa la respuesta al PP, “una instalación internacional única”, en la que, “además de su relevancia para el desarrollo de la fusión como fuente de energía, también” destacará su aportación “en otras áreas de investigación y del conocimiento que podrán beneficiarse de su tecnología como la medicina, la física de partículas, los estudios de física básica” o “la industria”.
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