GRANADA, 17 (EUROPA PRESS)
El Ayuntamiento de Almuñécar, en la costa de Granada, ha activado a principios de agosto la campaña informativa en la que inspecciona las sombrillas y enseres que se encuentran sin ocupación o abandonados, sobre todo en primera línea de playa de los arenales más concurridos, recordándoles con un adhesivo que no se puede guardar sitio o de lo contrario pueden ser retirados.
En el marco de sus competencias, que no incluyen la posibilidad de sancionar este tipo de actitudes en la costa, las pegatinas han tenido efecto disuasorio tras las quejas de vecinos que vieron que, a principios de este mes, volvía a reproducirse en playas como las de Velilla y La Herradura esta costumbre, que ha sido frenada en las semanas posteriores sin necesidad de retirar ninguna sombrilla, han precisado fuentes municipales consultadas en Almuñécar por Europa Press.
La conocida popularmente como guerra de sombrillas, basada en la costumbre de algunas familias de guardar sitio desde primera hora de la mañana para el rato de playa posterior, no ha llegado a consolidarse este verano en Almuñécar, mientras que en Motril, también en la Costa Tropical, la problemática no existe por la extensión de litoral que tiene, han precisado desde el Ayuntamiento motrileño a Europa Press.
En Almuñécar, hace unos diez años se popularizó hasta el punto en que, según las fuentes consultadas en el consistorio, muchos, sobre todo visitantes, dejaban sus sombrillas a los porteros de los edificios que, sobre las 7,00 horas, con el amanecer, las apostaban en el ejercicio de lo que parecía ser un servicio a la comunidad más.
La Secretaría del Ayuntamiento analizó la situación y concluyó que las medidas disuasorias podían llegar en el marco de las competencias de limpieza en playas que tienen los consistorios, han indicado las citadas fuentes municipales.
Así, los efectivos del Ayuntamiento podían retirar sombrillas y sillitas “alegando abandono”, tras el pertinente aviso, y trasladarlas a la oficina de objetos perdidos, donde muchos ni siquiera podían recuperarlas al no poder demostrar que eran sus propietarios. Poco a poco la antes extendida costumbre fue siendo más anecdótica.
En este contexto, el verano pasado, y ante un repunte, cuando se activó esta campaña de pegatinas disuasorias, la concejal de Medio Ambiente, Playas y Comercio de Almuñécar, Lucía González, explicó que, al hilo del bando que dictaba al respecto el alcalde, Juanjo Ruiz Joya, el Ayuntamiento encargó la preparación y edición de una pegatinas de aviso que remitía precisamente a este texto oficial, aún vigente.
Se anunciaba como una línea de trabajo para activar “medidas drásticas para acabar con la habitual práctica de los veraneantes de poner la sombrilla a primera hora y dejarla sola toda la mañana, o abandonarla a mediodía para ir a comer y aparecer a las 18,00 horas”, indicó la edil, quien incidía en que “los abusos no se pueden ni deben consentir porque hay playa para acoger a todos”.
- Te recomendamos -