GRANADA, 25 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional ha detenido en Granada a un varón de 44 años con más de medio centenar de detenciones previas como presunto autor de dos robos con fuerza mediante la manipulación de las cerraduras del cuarto de contadores de una comunidad, utilizado también por el conserje como vestuario, y del armario situado en uno de los despachos de un hospital. Se han intervenido una cartera con más de 300 euros y un móvil.
Los agentes contactaron con el detenido por un suceso que nada tenía que ver con lo que posteriormente provocó su detención. A primera hora de la tarde, una dotación policial, perteneciente a la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana fue comisionada para contactar con una mujer que había llamado al 091 informando que “un varón la estaba grabando sin su consentimiento, tornándose violento al recriminarle su acción”.
Una vez en el lugar, establecieron contacto visual con el individuo, quien habría acelerado el paso intentando marcharse y, no obstante, fue interceptado portando una cartera, una navaja, un teléfono móvil de color rosa, un televisor de pequeño tamaño y cerca de 300 euros en efectivo.
Él mismo manifestó que el terminal telefónico no era de su propiedad, negándose a aportar cualquier otra información al respecto. El varón fue trasladado a dependencias policiales ya que carecía de documentación con la que acreditar su identidad.
Al acceder a la Comisaría de Distrito Centro, se encontraron con el conserje de un edificio que había acudido para denunciar el robo de su cartera ocurrido esa misma mañana mientras estaba depositada bajo llave en el cuarto de contadores, espacio utilizado también para guardar su ropa y efectos.
Dijo reconocer al individuo como el presunto autor del robo, a quien había visto entrar en el edificio y salido poco después. Al resultarle sospechosa su actitud, fue a comprobar sus pertenencias, percatándose del robo de su cartera con su documentación y 400 euros correspondientes al cobro de varios recibos. La cartera, junto con los casi 300 euros fueron devueltas al conserje y también se intervino el teléfono móvil.
Por su parte agentes del Grupo de Robos habían llevado a cabo una investigación tras la denuncia realizada por una enfermera sobre el robo de un teléfono móvil, una tarjeta bancaria y otros efectos sustraídos del interior de su bolso mientras se encontraba depositado bajo llave dentro de un armario situado en un hospital del centro de la ciudad.
La tarjeta se había utilizado posteriormente para comprar en un comercio de alimentación y los investigadores habían identificado al presunto autor como este mismo individuo. También averiguaron que el teléfono que le intervinieron con ocasión de la primera detención, pertenecía a la enfermera a quien seguidamente se lo devolvieron.
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