GRANADA, 15 (EUROPA PRESS)
La Policía Nacional y la Inspección de Trabajo de Granada han llevado a cabo una investigación centrada en un taller de costura clandestino situado en Loja que se ha saldado con cinco personas investigadas por delitos contra los derechos de los trabajadores, tres de las cuales han sido arrestadas.
Respecto a las trabajadoras, han sido once mujeres identificadas y ninguna de ellas figuraba de alta en el régimen de la Seguridad Social; incluso, algunas estaban percibiendo algún tipo de prestación o ayuda social. Dos de estas ellas son ciudadanas extranjeras en situación irregular en el país.
La llamada ‘Operación Entre Costuras’ se inició el pasado mes de mayo cuando, a través de los canales existentes, agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Granada, recibieron cierta información que apuntaba a la existencia de un taller de costura totalmente clandestino, situado en la localidad de Loja, en el que trabajarían mujeres en situación irregular en el país.
En primer lugar, los agentes llevaron a cabo las gestiones de investigación y comprobación precisas y necesarias y, finalmente, desarrollaron un dispositivo de inspección del local conjuntamente con la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Granada.
En él se han localizado once trabajadoras, nueve de ellas de nacionalidad española, una natural de Paraguay y otra de Perú, estas dos en situación irregular, y todas ellas sin figurar de alta en el régimen de la Seguridad Social. Además, se da la circunstancia de que algunas de las españolas estaban percibiendo prestaciones por desempleo, subsidios y ayudas de forma simultánea y contraria a Ley.
El taller tampoco contaba con la obligada licencia de apertura ni con cualquier otro permiso administrativo necesario para ejercer esta actividad laboral, por lo que se han formalizado las denuncias administrativas correspondientes, tramitadas a los organismos competentes, tanto locales como estatales.
UN LOCAL COMPLETAMENTE BLINDADO
El local, de envergadura y extensión considerables, alberga diversos puestos de maquinaria para llevar a cabo los procesos de la cadena de producción, como planchado, abotonado y empaquetado de una reconocida marca de camisas, así como un sofisticado sistema de videovigilancia con cámaras en el interior y exterior, éstas últimas camufladas y ocultas, con el objetivo de eludir posibles controles o inspecciones.
El local se encuentra completamente blindado y protegido en un bajo comercial, habiendo diseñado incluso una estrategia de salida por la puerta trasera del mismo que se comunicaría con un edificio de viviendas, todo ello, al parecer, para facilitar la salida de las mujeres de forma clandestina.
Los agentes han detenido a tres personas como responsables de delitos contra los derechos de los trabajadores, y dos más han sido investigadas no detenidas.
De igual forma, las personas que regentan este tipo de negocio, podrían aprovecharse de la situación de vulnerabilidad de algunos extranjeros para atentar contra sus derechos, pues todo trabajador tiene derecho a ejercer la actividad laboral de forma segura, satisfactoria y equitativa, evitando así cualquier tipo de explotación y fraude.
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