GRANADA, 28 (EUROPA PRESS)
El escritor Alejandro Simón Partal ha publicado en Plaza & Janés un diario personal al hilo del rodaje en Granada de la película ‘Segundo premio’ de Isaki Lacuesta, inspirada en la historia de los inicios de Los Planetas, un libro que lleva por título ‘La planta baja’.
Del mismo modo que ‘Segundo premio’ “(no) es una película sobre Los Planetas, ‘La planta baja (no) es un diario de rodaje sobre la película del grupo más popular de la escena musical alternativa” sino “algo más”, han indicado en una nota de prensa desde la editoral.
Alejandro Simón Partal narra cómo vivió desde dentro los días en los que la producción tomaba forma hasta el final de las grabaciones en Granada, la ciudad natal de la banda. Con un preámbulo escrito entre Ostrava y Málaga, el libro sumerge al lector “en la cotidianidad del escritor tanto durante su estancia en Nueva York –para un rodaje pospuesto– como su paso por las calles mágicas” de la capital de la Alhambra.
“Una experiencia contada desde dentro del ámbito cinematográfico que, al igual que la propia producción y rodaje de la película, va mutando en un relato mucho más personal”, han indicado, señalando que el autor comparte sus días y sus noches en un diario que “es la suma de muchas miradas, la musical, la cinematográfica y la literaria, lleno de placer, dolor, amor, humor, tragedia y vida”.
Un libro, en definitiva, que transmite las obsesiones del autor mientras se hacía una película generacional vinculada a un grupo mítico, icónico y algo maldito. De este modo, Simón Partal entrega un diario que “nace de un desajuste con la vida, desde una incomodidad o un sentimiento de soledad. Nos convierte testigos sobre cómo brotan estas emociones de la planta más baja de uno mismo, desde lo más profundo de la condición humana”.
Ante todo, es un libro muy humano y sin tapujos. Desnudando su alma mientras da a conocer a los actores, figurantes, directores, productores y músicos con los que va coincidiendo y departiendo. Todo ello narrado con una prosa directa, pero con sensibilidad de poeta.
“En esos meses de escritura diaria tengo la sensación de que no hice otra cosa que pedir amor. Cuando en lo que escribes importa el día, es decir, la fecha, el momento, cuando la mañana es la que dicta, la única perspectiva posible es la muerte, su excremento. Todo diario se escribe desde el afán de vivir, desde esa muerte”, ha comentado el autor sobre esta obra que comparte nombre con una de las salas emblemáticas de la noche granadina de las últimas décadas, decisiva a su vez en el devenir de Los Planetas.
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