Una muestra cumple con uno de los objetivos centro artístico, el apoyo a los artistas andaluces
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) acoge la exposición ‘riflepistolacañon’ del artista Jacobo Castellano (Jaén, 1976). Se trata de la muestra más relevante realizada hasta la fecha por este jiennense afincado en Madrid, que incluye obras realizadas entre 1999 y la actualidad. La muestra está coproducida con el Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, Artium, de Vitoria, donde recalará en 2019 y está comisariada por el crítico de arte Javier Hontoria. La exposición reúne más de 40 piezas, algunas de ellas compuestas por más de 20 elementos.
El arte contemporáneo ocupa una parte importante de la política cultural de la Consejería de Cultura de la Junta y esta muestra refleja claramente las que son las señas de identidad del CAAC: el apoyo a todos los lenguajes y disciplinas artísticas, en este caso la escultura; la apuesta por la coproducción como forma de crear sinergias que suponen más oportunidades para los artistas, y la de conciliar la decidida vocación internacional del centro con dar la merecida atención a creadores andaluces. En este momento Jacobo Castellano coincide con los artistas internacionales Jan Fabre o Lea Lublin.
El arte tiene la capacidad de hacer que nos detengamos en aspectos de la realidad en los que no reparamos habitualmente y las piezas de Jacobo Castellano nos hacen evocar nuestra infancia, nuestra historia personal, familiar o identitaria. Y todo ello se refleja en la exposición ‘riflepistolacañón’ que va a dar un nuevo impulso y mayor difusión a la obra de un artista con una importante trayectoria con más de 20 años dedicados a la creación y una destacable proyección internacional.
Más de 40 piezas componen la muestra de Jacobo Castellano en el CAAC.
‘riflepistolacañon’
La obra de Jacobo Castellano emergió en el panorama de la joven escultura española del nuevo siglo, tras finalizar sus estudios en la Universidad de Granada. Ya desde esos inicios, y como confirmaría su primera exposición en la galería Fúcares de Madrid en 2005, su obra delataba un interés por la memoria de la infancia y lo familiar, que se materializaba en formas ligadas al imaginario vernáculo de su Andalucía natal. Toda la trayectoria del artista podría resumirse en la evaluación de la memoria de los enseres que nos acompañan en nuestro devenir vital, objetos e imágenes más o menos fragmentarios, oníricos y reales en igual medida, tangibles o etéreos, de naturaleza grata o abyecta y proclives a producir diferentes -y a menudo contradictorios- niveles de afectividad.
El título de la exposición, ‘riflepistolacañon’, alude a un dibujo encontrado, realizado por un niño, en el que aparece un número de armas dibujadas someramente. El menor no ha olvidado llamar a estas armas por su nombre, como si de un recuento de sus armas favoritas, o de las armas que conoce, se tratara. El nombre de la muestra evoca una sintaxis balbuceante, una racionalidad aún endeble. Que esta obra marque el inicio de la exposición, que le dé nombre y que sea también la imagen de la muestra no es baladí. Proyecta un interés sobre cuánto de lúdico se halla en lo abyecto, y subraya la importancia que el encuentro con ciertos objetos e imágenes, ya sea azaroso o no, ha cobrado en su trabajo. Ambas nociones recorren la exposición de principio a fin.
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