El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en funciones, José Fiscal, asiste a un encuentro con los ministros del ramo de Latinoamérica
El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio en funciones, José Fiscal, ha encabezado la delegación de la Junta de Andalucía de la COP24, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2018, que se celebra estos días en la ciudad polaca de Katowice. La Junta, que aprobó hace unos meses la Ley de Medidas frente al Cambio Climático y para la Transición de nuevo Modelo Energético en Andalucía, asiste a esta Cumbre del Clima para conocer las medidas que están implementando otras administraciones y organizaciones internacionales, intercambiar experiencias y actuaciones de interés común, así como para difundir las acciones que el Gobierno andaluz ha desarrollado desde que en el año 2002 se aprobara la Estrategia Andaluza ante el Cambio Climático.
Fiscal ha mantenido reuniones con dirigentes de diversas regiones del mundo, como con la delegación de Gales, así como con la Oficina del Gobernador del estado de California, al que ha asistido el director del área de Planificación e Investigación de esta administración, Ken Allex, o el encuentro bilateral el ministro George Heynan, de la región canadiense de Columbia. También ha intercambiado impresiones con el líder del Clima y la Energía de WWF, Manuel Pulgar.
Entre los temas abordados, destaca la necesidad de que la cumbre de este año suponga un paso decidido en el desarrollo del Acuerdo de París, aprobado en la capital francesa en 2015 y refrendado por 200 países, y que comenzará a ser efectivo en 2020, cuando deje de tener vigencia el Protocolo de Kioto. El objetivo del Acuerdo de París es que el aumento de la temperatura a final de siglo en el planeta se quede solo entre los 1,5 y los 2 grados respecto a los niveles preindustriales. Ese es el límite que los científicos fijan si se quieren evitar las consecuencias más graves del calentamiento global. Para lograrlo, cada país debe presentar sus planes voluntarios de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de aquí a 2030. La nueva Ley andaluza supone la plena incorporación de la región a este objetivo y el reconocimiento de sus obligaciones éticas en el marco de “una responsabilidad común, pero diferenciada”, como ha apuntado Fiscal.
En este sentido, la delegación andaluza ha expuesto a las organizaciones con las que ha mantenido reuniones, los logros alcanzados por la comunidad autónoma andaluza así como los objetivos que persigue la normativa recientemente aprobada. Por un lado, supondrá una nueva regulación de la contaminación por gases de efecto invernadero y se dirigirá a las denominadas “emisiones difusas”, que se encuentran en situación de vacío legal al no estar sujetas al Régimen Europeo del Comercio de Derechos de Emisión. Para estas emisiones, que suponen un 55 % de la contaminación vinculada al cambio climático en la comunidad, se fija el objetivo mínimo de reducción de un 18% en 2030 respecto al nivel registrado en 2005 de 4,28 toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2) por habitante y año.
Por otro, el titular de Medio Ambiente, ha incidido en que la nueva norma apuesta por un modelo energético basado en las energías renovables y en la mejora de la eficiencia energética, fijando como objetivo propio a 2030 para la Comunidad Autónoma aportar con energías renovables al menos el 35% del consumo final bruto de energía. De esta manera, Andalucía asume un objetivo para la Comunidad Autónoma más ambicioso que el que aplica a la Unión Europea en su conjunto (30%). Además, en materia de ahorro y eficiencia energética esta Ley fija como objetivo a 2030 para Andalucía una reducción mínima del 30% del consumo tendencial de energía primaria.ija como objetivo a 2030 para Andalucía una reducción mínima del 30% del consumo tendencial de energía primaria.
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