ALMERÍA, 14 (EUROPA PRESS)
La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a dos mujeres que condujeron a otra a punta de navaja hasta un cementerio en un pueblo del Poniente almeriense, donde la retuvieron contra su voluntad y la obligaron a arrodillarse delante de un nicho vacío donde le agredieron físicamente y le hicieron creer que la iban a matar para atemorizarla.
La sentencia, dictada en firme tras la conformidad de las partes, impone a las acusadas un año y nueve meses de prisión por un delito de detención ilegal y otros tres meses más de prisión por un delito de amenazas graves, por el que además se impone una orden de incomunicación y alejamiento de al menos 500 metros de la afectada durante un periodo de cuatro años.
El fallo recoge la aplicación de la atenuante de reparación de daño, ya que las acusadas han depositado antes de que se iniciara la vista oral 20.000 euros en concepto de indemnización a favor de la víctima, la que también deberán abonar 560 euros adicionales por las multas derivadas de los delitos de lesiones leves y daños, a las que también han sido condenadas con medidas adicionales de alejamiento.
La Fiscalía se ha pronunciado en este sentido favorablemente a la suspensión de pena privativa de libertad para las acusadas, que conforme a la decisión del tribunal de la Sección Tercera de Almería, no entrarán en prisión con la condición de que no vuelvan a delinquir en los próximos dos años.
Conforme al escrito de acusación de la Fiscalía, consultado por Europa Press, los hechos tuvieron lugar el 10 de junio de 2021, cuando las acusadas de “común acuerdo” y “por la animadversión” que sentían hacia la víctima, la llevaron a punta de navaja hasta un cementerio donde “la retuvieron contra su voluntad durante varias horas”.
Así, con intención de menoscabar su integridad física, una de las acusadas la obligó a ponerse de rodillas delante un nicho vacío “haciéndole creer que le iba a matar”, de modo que “le obligó a quitarse la camiseta, le puso una toalla mojada en la espalda, y comenzó a agredirle con una vara” causándole lesiones.
La mujer también fue amenazada por parte de las acusadas, quienes le dijeron que si contaba algo le harían daño a su hermana “con ánimo de atemorizarla”. Así, una vez cumplido su propósito, la dejaron ir no sin antes romperle un teléfono móvil de alta gama que poseía, valorado en casi 1.200 euros. La víctima, que sufre secuelas de importancia debido al severo estrés postraumático, tardó 21 días en curar sus heridas.
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