
ALMERÍA, 26 (EUROPA PRESS)
La nueva planta de reciclaje de residuos de Almería, que sustituirá las instalaciones de la antigua planta de clasificación y compostaje que ardió en agosto de 2022, contará con una inversión superior a los 20,5 millones de euros con el objetivo de que pueda estar lista para operar en mayo de 2026 dentro del mismo recinto de Cuevas de los Medina.
Así lo ha trasladado en rueda de prensa el concejal de Sostenibilidad Medioambiental y Energética de Almería, Antonio Urdiales, quien ha precisado que la nueva planta ocupará una superficie de 7.191 metros cuadrados de los que 1.021 se destinarán a la recepción de residuos y otros 1.607 a su clasificación.
La inversión de 20.548.347 euros contempla destinar 1.373.870 euros del montante total a un vertedero de apoyo, mientras que el resto de la inversión se centrará en la planta de tratamiento que edificará la empresa Prezero, con la que se ha acordado una modificación de contrato para que asuma dicha inversión y que pueda operar hasta febrero de 2035.
“Se contempla una valoración de la planta incendiada de 9,5 millones de euros. Si en el cierre de la negociación o del expediente que tiene la empresa Prezero con el seguro, esa valoración es mayor, el importe irá al Ayuntamiento y el resto a la inversión hasta llegar a los 20 millones”, ha detallado Urdiales.
El edil confía en que el inicio de las obras sea “inminente” puesto que la empresa tiene el proyecto de ejecución “prácticamente finiquitado”, lo que le permitiría comenzar con la demolición de los fosos de recepción de residuos para edificar las nuevas instalaciones, que dispondrán de “la mejor tecnología”.
El contrato “va a permitir reducir los tiempos para desarrollar y disponer de la nueva instalación, algo muy importante”, según Urdiales, quien cree que el acuerdo, por el que ha felicitado a los técnicos del área, también va a permitir “incrementar la capacidad de los residuos de la instalación actual y la ampliación de la vida útil del vertedero”.
MÁS CAPACIDAD DE TRATAMIENTO
El responsable de las políticas medioambientales del Ayuntamiento ha apuntado que, conforme al trabajo realizado, la nueva planta será mucho más ecológica puesto que servirá para aumentar la capacidad de tratamiento de los residuos que producen los 203.000 habitantes de la ciudad.
En esta línea, ha estimado que se podrán tratar hasta 113.000 toneladas al año de los residuos procedentes del contenedor gris frente a las 75.000 toneladas anuales que se podían procesar antes del incendio, esto es un 150 por ciento más con 38.000 toneladas de incremento.
De igual modo, ha apuntado que la nueva planta posibilitará incrementar la recuperación de residuos que se despositan indebidamente en el contenedor gris, pasando de los 991 toneladas al año actuales a las 6.400 toneladas en 2027, lo que supone un 645% más.
En cuanto a los restos del contenedor amarillo –envases de plástico, bricks y latas– la nueva planta gestionará unas 4.000 toneladas anuales frente a las 2.500 que se podían procesar antes de 2022, lo que supone una crecida del 160 por ciento. También se podrá mejorar el porcentaje de recuperación, de un millar de toneladas a las 1.785, esto es, un 169 por ciento más.
“Si los residuos van separados, como hemos visto, se puede conseguir mucha más recuperación del residuo. Si el residuo va en el contenedor gris, eso apenas se puede recuperar”, ha dicho Urdiales quien, pese a reconocer que la nueva planta mejorará la recuperación de residuos, aboga por la colaboración ciudadana para la separación en origen, lo que facilita el proceso en el marco de la economía circular.
Con ello, el objetivo pasa por que cada vez sean menos los residuos que se despositan en el contenedor gris ya que esto, además, abarata la gestión que se hace de los desechos y desperdicios. “Los almerienses nos ahorraríamos cerca de tres millones de euros si conseguimos que los residuos cada vez vayan menos al contenedor gris”, ha marcado el concejal para un periodo de diez años.
MENOS OLORES Y DISPERSIÓN
Conforme al proyecto presentado, la nueva planta se basará en un diseño “integrado y cerrado”, lo que facilitará una reducción de olores durante el proceso de tratamiento y mejor control sobre los elementos susceptibles de ser dispersados por el viento. Este aspecto también contribuye al mantenimiento de la planta, según Urdiales.
La planta, que se servirá de paneles solares para autoconsumo y de sistemas de eficiencia energética en su iluminación, estará dotada con una avanzada tecnología para la separación y valorización de los materiales así como para la generación de compost a partir de los residuos orgánicos.
Además, estará dotada con sistemas de seguridad y monitorización ambiental, entre los que se incluye un circuito cerrado de televisión, cámaras termográficas y sistemas de control y extinción de incendios que permitan una detección temprana ante un posible siniestro.
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