ALMERÍA, 23 (EUROPA PRESS)
El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía en Almería, Manuel de la Torre, ha señalado la “rigurosidad” con la que se abordan los procedimientos de autorización ambiental a los que están sujetos proyectos como la planta solar promovida por Calaspasol SL en el término municipal de Lucainena de las Torres, cuya paralización cautelar ha sido solicitada ante los tribunales por Ecologista en Acción al considerar que “choca con una zona de especial importancia para la biodiversidad local”.
En declaraciones a los medios, el delegado ha incidido en el “denso” proceso que se sigue a la hora de recabar informes de distinta índole para conceder una autorización ambiental unificada, preceptiva para este tipo de obras, si bien ha mostrado su “máximo respeto a lo que decida la justicia” en este caso.
“Creo que en febrero había antecedente parecido con un proyecto en Tabernas sobre el que también solicitaron la medida cautelar de la paralización y que creo que se denegó”, ha rememorado el titular provincial de Sostenibilidad, quien ha recordado además que durante la fase administrativa se han podido presentar alegaciones a la autorización.
En este caso y a través de una diligencia de ordenación, el juzgado ha ordenado formar pieza separada para decidir sobre la medida cautelar solicitada por el colectivo, que presentó recurso de alzada en su día contra la autorización administrativa dada por la Junta andaluza al proyecto que, según sostienen, se ubica a una distancia de menos de un kilómetro de núcleo urbano.
Ecologistas en Acción pide que se tengan en cuenta las “problemáticas” que afectan al paraje y destaca, entre estas, “la presencia de nidos de águila perdicera (Aquila fasciata), una especie catalogada como vulnerable y que, acorde con un informe del CSIC específicamente encargado para este asunto, considera su territorio una extensión de seis kilómetros alrededor del nido, viéndose esta zona afectada por el proyecto”.
Precisa, asimismo, la existencia en la zona “de dos parejas reproductoras de carraca europea” (Coracias garrulus), otra especie de especial interés para la Unión Europea y cuya zona de alimentación, de acuerdo con el mismo informe, “quedaría gravemente afectada por esta instalación”.
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