NÍJAR (ALMERÍA), 26 (EUROPA PRESS)
La Diputación de Almería ha licitado por 212.218 euros (IVA incluido) el contrato para la redacción del plan director con el que rehabilitar y dar uso cultural y turístico al Cortijo del Fraile, en el Parque Natural Cabo de Gata, en el término municipal de Níjar (Almería), declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y adquirido por el organismo provincial en 2022. La Comisión de Patrimonio de Almería ya autorizó en mayo de 2023 los nuevos usos propuestos para este inmueble y su entorno, con una superficie de algo más de 300 metros cuadrados.
“Esta hoja de ruta identificará y definirá las inversiones a ejecutar sobre los diversos elementos patrimoniales y la totalidad de intervenciones en las infraestructuras asociadas a su puesta en valor, especificando, no sólo las propuestas o modalidades de gestión, sino también los trámites y procedimientos administrativos, jurídicos, económico-financieros, institucionales y sociales pertinentes”, se argumenta en la documentación.
Así figura en el pliego de prescripciones técnicas publicado y consultado por Europa Press en el que se especifica que el plan director permitirá a la Administración “identificar y afrontar las actuaciones a realizar en las edificaciones y el entorno (…) hasta alcanzar su puesta en funcionamiento como bien cultural al servicio de la ciudadanía”.
Actualmente, el Cortijo del Fraile tiene un uso “parcial y muy limitado” como almacenaje en los corrales que se encuentran en la fachada principal y “totalmente abandonado en la zona de vivienda y resto del conjunto”. “Su mal estado de conservación y el total abandono no habilitan la posibilidad de cualquier uso. El paisaje que lo rodea, perteneciente a la finca, ha sido modificado con el fin de formar parcelas de regadío que forman parte de una gran explotación agrícola”, detalla el citado pliego administrativo.
En este contexto, el plan director que proponga la adjudicataria –que dispondrá de un plazo de un año para presentar el documento– tendrá que detallar una propuesta de rehabilitación, protección y adaptación, así como un planteamiento de zonificación y usos del inmueble y el entorno; análisis de la sostenibilidad financiera y propuestas de modalidades de gestión del paraje.
El plan director se desplegará, pues, en tres fases, una primera de análisis y diagnóstico con un avance de criterios de intervención; una segunda de participación social y una última con un modelo de intervención, rehabilitación y adaptación del inmueble y el entorno, así como un sistema de gestión. En el caso de la fase de participación, la adjudicataria buscará la “implicación de todos aquellos sectores que pudieran ser de interés” o que contribuyan “a un mayor grado de interacción”.
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