ALMERÍA, 23 (EUROPA PRESS)
El director Roberto Ruiz ha presentado este miércoles su película ‘Stoyan’ en la sección competitiva ‘Ópera prima’ del Festival Internacional de Cine de Almería (Fical), donde ha explicado que la cinta parte de “coger las heridas emocionales de la infancia” para “sanarlas a través del terror y lo fantástico”, ya que “de alguna manera la idea de la película es que todo aquello que se queda acumulado en el interior y sin solucionar se termina convirtiendo en algo pesadillesco”.
Acompañado del productor del largometraje Miguel Ángel Poveda, el cineasta ha señalado el largo camino que ha recorrido el proyecto hasta su materialización, ya que el mismo partía de un corto efectuado en 2014 protagonizado por Belén Rueda en el que se ha trabajado “durante años” para que quede “muy pulido”, con hasta cerca de una veintena de versiones de guion y hasta siete montajes.
En este sentido, han destacado la importancia de la atmósfera y la temática en sí de la película, que fue rodada en Bulgaria con el fin de encontrar un lugar que no fuera “reconocible” para el espectador, según ha precisado Poveda en rueda de prensa. Al escenario “ambiguo” acompañaron las bajas temperaturas, de hasta 17 grados bajo cero, con las que se rodó la película.
En el film, Maika es una madre que sufre el inesperado secuestro de su hijo Stoyan, a quien se lo ha llevado un hombre “aterrador y milenario” al más allá; una situación que confluirá con la del detective Israel, que investiga un asesinato.
“Forma parte de esa magia que le queríamos dar y la nivel nos ayudó”, ha dicho el productor, a quien el cineasta ha dado la razón al tiempo que ha destacado el “gran trabajo” realizado desde la dirección de arte y fotografía para ambientar la película, en la que al “no haber una referencia concreta ayuda a entrar en el concepto de cuento y fábula”.
No obstante, esas mismas bajas temperaturas, junto con los diferentes idiomas que se manejaban en el set y la aparición de la pandemia, agravaron las dificultades para rodar el film que protagonizan Marta Milans y Tristán Ulloa, el cual incluso se vio retenido en el aeropuerto de Madrid antes de poder partir a Sofía debido a la llegada de la borrasca Filomena.
“Trabajar con ellos fue una experiencia maravillosa, conectaron mucho con el guion”, ha añadido el director, para quien la “buena dialéctica” con los actores y su predisposición el ayudó incluso a esclarecer algunos aspectos sobre la perspectiva de los personajes. “Le dieron a cada personaje su propia energía”.
La “locura narrativa” de la película se ve además reflejada también en el reto técnico que supuso, con rodajes con pocas horas de luz y amplias grabaciones en plano secuencia que han permitido en el montaje “jugar mucho con el factor de la espontaneidad” de la protagonista frente a la parte “más narrativa” que versa sobre el lado policíaco de la historia.
El documental ‘Stoyan, una fábula budista’ es además apoyo para comprender elementos simbólicos y temáticos de la película desde el prisma del terror que ofrece el film, que está pendiente de calificación y que empezará a “moverse” el año próximo.
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