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Cosentino adquiere un Romero de Torres para la colección permanente del futuro Museo del Realismo Español

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ALMERÍA, 28 (EUROPA PRESS)

La familia Cosentino ha adquirido la obra ‘La consagración de la copla’ del pintor Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930) para que forme parte de la colección permanente del futuro Museo del Realismo Español Contemporáneo (Murec), que se instalará en el antiguo Hospital Provincial de Almería y cuya apertura como galería se prevé para el mes de marzo.

El cuadro se ha sido depositado en las colecciones artísticas de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, de forma que, hasta su traslado a la futura pinacoteca almeriense, se podrá ver en las instalaciones museísticas de la Ciudad de la Cultura en Olula del Río, según ha explicado la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino en una nota.

La presentación en sociedad de la obra se realizará el próximo jueves 3 de noviembre a las 19 horas en el Museo Ibáñez de Olula del Río con la presencia del catedrático Javier Pérez Rojas, experto en la obra de Julio Romero de Torres. Para terminar, los asistentes podrán disfrutar de un espectáculo de cante, guitarra y baile a cargo de Arantxa Guerrero Velasco, Sol Ruiz Ramos y Rubén del Rosario.

La familia Cosentino, patrono de la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, ha anunciado la adquisición tras la compra a su anterior propietario, el grupo Prasa de Córdoba. Según han detallado, este importante cuadro ha tenido, casi desde su origen, una “azarosa vida” de cambio de ubicaciones y de propietarios, entre ellos el que fuera director de ABC Juan Ignacio Luca de Tena.

El cuadro estuvo “a punto estuvo de ser quemado” durante una insurrección popular en la II República, que afectó a su residencia de Sevilla, donde estaba colgado. En los años 90, tras décadas de no saber su paradero, apareció en Venezuela con varios supuestos propietarios litigando por él. Finalmente, resueltos los procesos judiciales, el cuadro se subastó en Sotheby’s de Londres en 2002.

Allí fue adquirido por Prasa en una cantidad “muy elevada, la mayor pagada entonces por una obra del pintor cordobés”. Considerada una obra muy importante del Patrimonio artístico español, a su vuelta a España el Estado la declaró inexportable, y acto seguido Bien de Interés cultural por parte de la Junta de Andalucía.

Este imponente lienzo de 250 x 300 centímetros, pintado al temple y al óleo, fue concebido y ejecutado por Romero de Torres entre 1911 y 1912, pensado para ser expuesto en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1912 y esperando obtener el máximo galardón oficial de la época. El jurado no le otorgó medalla alguna, lo que motivó la indignación de decenas de intelectuales, que alzaron su voz contra el fallo del jurado y realizaron un banquete de desagravio en honor del pintor cordobés.

El cuadro atesora todos los elementos del universo estético y conceptual del artista, una suerte de compendio magistral de su simbolismo telúrico sobre los mitos ancestrales de lo andaluz, en una composición centralizada inspirada en la pintura de los maestros del Renacimiento italiano.

En el centro, una bella joven que representa a la copla, está siendo coronada de laurel por otras dos sensuales mujeres, muy representativas del refinado erotismo fetichista del pintor, que están en pie sobre un podio barroco. Asisten al momento un nutrido grupo de personas, entre los que se encuentran una monja y un cura vestido con rica casulla, quizá para simbolizar lo “sagrado” del evento.

Este juego simbolista entre lo místico y la sexualidad mundana, en una suerte de irreverencia muy pensada y elaborada, es consustancial al sofisticado pensamiento cultural y estético del pintor. Entre el resto de asistentes hay personajes muy conocidos de la época, como el torero ‘Machaquito’, la bailaora Pastora Imperio, la actriz Adela Carbone y el propio pintor, que se autorretrata a la derecha de la composición.

En el fondo, tras la iglesia de Santa Marina y frente a una vista de Córdoba, discurre una procesión de Semana Santa con una Dolorosa, donde las figuritas, a modo de friso clásico, abarcan la anchura total del cuadro.


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