CEUTA, 2 (EUROPA PRESS)
Un alumno de Formación Profesional del IES Siete Colinas de Ceuta ha aceptado una condena a tres meses de servicios socieducativos tras reconocer que fue uno de los al menos tres jóvenes identificados por la Policía Nacional que el pasado miércoles obligaron a desalojar su instituto tras llamar al 112 de la ciudad autónoma asegurando que se había colocado una bomba en su centro educativo.
La alerta obligó a la Jefatura Superior de la Policía Nacional de Ceuta a movilizar efectivos de varias unidades, entre ellas de Guías Caninos, para coordinar la salida del instituto de más de 1.400 estudiantes, docentes y trabajadores de administración y servicios durante alrededor de una hora, hasta que se constató que la alerta era falsa.
Fuentes jurídicas han explicado a Europa Press que la progenitora del condenado por conformidad se presentó en dependencias policiales con su hijo tras conocer los hechos para ponerlo a disposición de las autoridades.
Posteriormente las pesquisas de los agentes encargados de la investigación han permitido identificar a otros dos menores supuestamente participantes en la “broma” que se han negado a reconocer su implicación en la misma, por lo que serán sometidos a juicio.
Comunicar una falsa amenaza de bomba puede acarrear una condena para su autor de hasta un año de cárcel, según se establece en el artículo 561 del Código Penal vigente.
En él se estipula de forma literal que “quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses”.
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