Alega que los hechos acontecieron en un momento en el que tales aspectos “tenían unas connotaciones no tan malas como hoy en día”
SEVILLA, 6 (EUROPA PRESS)
La Audiencia de Sevilla ha dejado este martes visto para veredicto el juicio con jurado popular celebrado contra el exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén y la ex directora económica financiera de la entidad Ana Valls, por los pagos en clubes de alterne con tarjetas bancarias de la citada entidad pública, perteneciente a la Junta de Andalucía.
El juicio ha finalizado con la última palabra de los acusados, en un marco en el que la Fiscalía pide seis años de cárcel, seis años de inhabilitación especial y una multa de 7.200 euros para Fernando Villén y cuatro años de cárcel, cuatro años de inhabilitación especial y una multa de 6.000 euros para Ana Valls, por un presunto delito continuado de malversación y otro supuesto delito de falsedad en documento oficial continuado cometido por funcionario público, con Villén como autor y Ana Valls como cooperadora necesaria.
Fernando Villén, quien ha reconocido que cargó 32.566 euros de gastos en prostíbulos en su tarjeta de empresa de la Faffe, alegando no obstante que tras esas diez incursiones a clubes de alterne repuso a la Faffe el dinero cargado, –extremo que descartan las acusaciones–; ha insistido en su última palabra en que “todo el dinero fue devuelto”, porque él contaba con “un buen sueldo para poder pagarlo”.
Además, ha encuadrado estos hechos, los pagos con su tarjeta de empresa pública en clubes de alterne, en un momento en el que tales aspectos “tenían unas connotaciones no tan malas como hoy en día”.
Villén ha pedido “perdón públicamente” por los hechos y ha mostrado su “arrepentimiento por aquellas actuaciones”, admitiendo el “uso indebido” de la tarjeta de la Faffe pero negando cualquier “menoscabo o quebranto” al erario público porque según defiende, repuso a la Faffe todo el dinero cargado en próstíbulos. “Nunca me he llevado ni un solo euro de la fundación”, ha asegurado el acusado.
Ana Valls, de su lado, ha aprovechado igualmente su derecho a la última palabra, insistiendo en que cuando supo por los medios de comunicación de todo el asunto, sintió “un absoluto bochorno”, afrontando una situación “traumática” como consecuencia de este procedimiento judicial.
La exdirectora financiera de la Faffe se ha declarado así “inocente”, negando que incurriese en cualquier “manipulación contable” para encubrir los gastos de Villén con la tarjeta de la Faffe en prostíbulos como Don Ángelo, Top Show Girls, La Casita o la Sala Delux.
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