SEVILLA, 23 (EUROPA PRESS)
Los hábitos diario, el ambiente, el deporte o lo que comemos y bebemos, influyen en la composición de la microbiota, responsable de regular, junto con otros factores, diversas funciones vitales como son el metabolismo, la síntesis de vitaminas y hormonas o la respuesta inmune. Por ello, expertos en nutrición han resaltado este viernes, en el marco del encuentro anual de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMiPyP) que se celebra en Sevilla, que “es fundamental implementar en la sociedad hábitos de vida saludables y seguir una dieta equilibrada”.
En este sentido, la doctora Isabel Moreno Indias, del Departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga y miembro del grupo Ciberobn del Instituto de Salud Carlos III, ha presentado las últimas evidencias científicas sobre la influencia de los alimentos fermentados, especialmente aquellos presentes en la dieta mediterránea, en la microbiota intestinal.
Según la experta, “la dieta se encuentra entre los factores que más influyen en el perfil de este conjunto de microorganismos que se alojan en el intestino humano y que es clave para el correcto funcionamiento de la salud del hospedador”. Diferentes estudios relacionan la composición de la microbiota con el desarrollo de las enfermedades metabólicas, diabetes y obesidad .
“Para mantener una microbiota diversa que contribuya a un estado óptimo de bienestar, se recomienda seguir un patrón de estilo de vida saludable, tal como la Dieta Mediterránea, que muchas veces no seguimos de forma correcta, por desconocimiento o falta de tiempo”, ha dicho.
Dentro de la dieta mediterránea, se contempla el consumo moderado de bebidas fermentadas, acompañadas de alimentos, como parte de una alimentación saludable.
La cerveza es una de las bebidas fermentadas de baja graduación alcohólica más consumidas por los españoles. “Por su contenido en vitaminas del grupo B, minerales, polifenoles y fibra, pero especialmente, debido a estos dos últimos factores, esta bebida fermentada podría tener efectos beneficiosos sobre la microbiota, propiciando una mayor diversidad bacteriana y mejorando la salud intestinal” ha explicado la doctora Moreno.
“Dentro de un estilo de vida saludable, los polifenoles presentes en las bebidas fermentada, así como algunas fibras alimentarias, podrían ayudar a paliar los efectos de un estilo de vida estresante, sedentario y sobrealimentado, tan frecuente hoy en día”.
Por otro lado, “hemos observado que diferentes tipos de cervezas, van a conllevar una relación diferente con la microbiota, y en consecuencia con la salud metabólica, posiblemente debido a las diferentes concentraciones de elementos bioactivos como los polifenoles en ellas, algo que se debería de tener en cuenta a la hora de elegir la cerveza a tomar”, ha indicado.
La experta ha finalizado recordando la importancia de adoptar un enfoque integral para el cuidado de la microbiota, incluyendo, además de hábitos alimenticios saludables como es la dieta mediterránea, la realización de ejercicio físico, momentos de socialización, y la salud mental.
Con respecto al consumo moderado de cerveza, ha recordado la importancia de realizarlo de manera responsable y acompañada de alimentos, siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando las cantidades máximas de ingesta tanto para mujeres, entre 200 y 300 mililitros al día, como para hombres adultos sanos; entre 400 y 600 mililitros al día.
El Foro para la Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida (Ficye) es una entidad que pretende ahondar en el conocimiento de la cerveza, impulsando y compartiendo la investigación científica sobre el producto, su consumo moderado y su relación con el estilo de vida; recordando siempre que el consumo abusivo de alcohol es perjudicial y, por lo tanto, no tiene cabida en un estilo de vida saludable.
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