Andalucía ha registrado brotes de esta zoonosis de origen bacteriano en los humedales relacionados con el cultivo de arroz
SEVILLA, 31 (EUROPA PRESS)
La guía clínica ‘Leptospirosis en los humedales. Guía para el equipo de salud’ es el resultado de cuatro años de trabajo desarrollado por profesionales de Protección y Vigilancia de la Salud Pública y asistenciales del Distrito de Atención Primaria Aljarafe-Sevilla Norte, de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica y especialistas médicos del Servicio de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva del Hospital Virgen del Rocío, en el marco del proyecto de investigación titulado ‘Comportamiento de la leptospirosis en Isla Mayor. Prevalencia e Incidencia de la enfermedad’, financiado por la Consejería de Salud y Consumo.
En la presentación de la guía, el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Jorge del Diego Salas, ha manifestado que esta publicación es una herramienta novedosa en cuanto a su fácil manejo y rapidez, siendo vital el diagnóstico temprano de la leptospirosis, una enfermedad de declaración obligatoria en España por considerarse una enfermedad profesional.
La guía presentada es de gran utilidad para el equipo de Salud, especialmente para los médicos de Atención Primaria y de Urgencias del Hospital y para especialistas de enfermedades infecciosas, ya que ofrece información sobre la sintomatología, el diagnóstico, tratamiento y notificación de la leptospirosis.
Según se indica en nota de prensa, el agente etiológico es una espiroqueta del género Leptospira. Hasta la fecha se han descrito 17 especies de leptospira, aunque no todas son patógenas para el hombre y los animales. Las siete especies patógenas más importantes son L. interrogans, L. borgpetersenii, L.weilii, L. noguchi, L. santarosai, L. kirschneri y L. alexanderi.
Las leptospiras patógenas se conservan en el aparato genital y los túbulos renales de animales silvestres y domésticos, que actúan como huéspedes naturales de dicha bacteria y se mantienen como excretores asintomáticos durante años o incluso durante toda la vida. Las serovariedades se adaptan a una o más especies animales que actúan como reservorio, como las ratas, los cerdos, el ganado bovino, los perros y los mapaches.
Las leptospiras pueden excretarse en la orina, el líquido amniótico o el tejido placentario infectados y contaminar así la tierra y el agua. Pueden ser viables durante semanas o meses en condiciones favorables en tierra húmeda o agua, sobre todo cuando las temperaturas se encuentran entre 28ºC y 32ºC, con un pH de 6,2 a 8,0.
En las cercanías del Parque Nacional de Doñana, son frecuentes los casos y brotes epidémicos en los humedales de los cultivos del arroz, constituyendo un riesgo sanitario para la persona que entra en contacto con el agua contaminada con la orina de las ratas infectadas por leptospiras. En el caso de los humedales, la profesión de capturador de cangrejo rojo favorece el contacto con la orina de la rata infectada, estando estos profesionales más expuestos a las leptospiras, ocasionando un grave problema de Salud Pública.
La enfermedad puede tener múltiples presentaciones clínicas que van desde un cuadro pseudogripal hasta un fallo multiorgánico grave que puede causar la muerte del paciente. La inyección conjuntival sin secreción purulenta y la sensibilidad a la palpación de los músculos, sobre todo en las pantorrillas y las zonas lumbares, son los dos signos más distintivos.
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