CÓRDOBA, 6 (EUROPA PRESS)
El tonelero montillano Rafa Cabello se convierte en el primer español en conseguir el reconocimiento como Global Icon of Whisky: Cooper of the Year, el título de Mejor Tonelero del Mundo, una consideración reservada hasta el momento a los toneleros británicos, concretamente los escoceses, por su estrecha vinculación con las destilerías de la región.
En concreto, Cabello ha logrado este reconocimiento en los World Whiskies Awards durante la gala internacional celebrada en Londres, en la que Casknolia, la firma que lidera este joven empresario cordobés, ha revalidado su título como Mejor Tonelería del Mundo por segundo año consecutivo, según destacan desde la entidad.
La gala de los World Whiskies Awards es el equivalente a la ceremonia de los Oscars para el mundo del whisky. Un evento que congrega a las personalidades más relevantes del sector de los espirituosos donde se premia a los profesionales y los proyectos que están destacando por su genuina contribución a la industria.
Al respecto, la gala de los World Whiskies Awards es el equivalente a la ceremonia de los Oscars para el mundo del whisky. Un evento que congrega a las personalidades más relevantes del sector de los espirituosos, donde se premia a los profesionales y los proyectos que destacan por su genuina contribución a la industria.
En este sentido, Rafa Cabello, que ha dedicado la mayor parte de su vida a la tonelería, destaca por haber revolucionado un oficio tradicional para adaptarlo a los nuevos tiempos y las necesidades de una dinámica generación de destiladores. La clave del éxito de este tonelero montillano se basa en reinterpretar las funcionalidades del barril, entendiendo la relevancia de cada pieza en el sabor final de los destilados y ofreciendo soluciones y alternativas para las destilerías de alta gama.
‘BARRIL DE AUTOR’
La firma Casknolia, a su vez, revalida su título como Global Icon of Whisky: Cooperage of the Year por segundo año consecutivo, consolidándose como la Mejor Tonelería del Mundo. Las claves del éxito de Casknolia están relacionadas con la visión de su gerente, quien ha sustituido el concepto tradicional de la barrica.
“No entendemos el barril solo como un recipiente para el whisky, sino que lo tratamos como un ingrediente esencial para la elaboración del whisky”, resalta, para apuntar que, según destacados destiladores de la industria como el escocés Billy Walker, “la aportación de sabor del barril al destilado supera el 70%”.
En ese contexto, Casknolia destaca por el desarrollo de este concepto y la aplicación en cada una de las fases de la manufactura del barril, desde la trazabilidad, que aporta datos relevantes como el tipo de roble, su origen, su nivel de carbonizado –esencial para el sabor final–, los vinos con los que ha sido madurado o la bodega donde el barril ha sido envinado. Información esencial que permite al destilador diseñar su estrategia.
Así, explican que “la versatilidad del proceso de fabricación artesanal es fundamental para los clientes, que pueden configurar exactamente el barril que necesitan combinando todos estos parámetros”. Concepto que Rafa Cabello ha acuñado como ‘Barril de Autor’.
VECTOR DE ENTENDIMIENTO ENTRE BODEGAS Y DESTILERÍAS
De este modo, Rafa Cabello se ha convertido en “un importante portavoz de los vinos Montilla-Moriles”, de manera que lleva más de 15 años posicionando la Denominación de Origen en el sector del whisky internacional.
“Insisto a los destiladores en que los vinos de Montilla-Moriles son tan excelentes y diversos como los sherry y ofrecen interesantes perfiles de sabor para sus barriles y, por tanto, para sus espirituosos”, asegura el tonelero.
La firma Casknolia trabaja para acercar las posiciones de las bodegas andaluzas y las destilerías de todo el mundo a través de sólidas alianzas con bodegas de Montilla-Moriles, Jerez de la Frontera (Cádiz), Málaga e incluso Oporto y Madeira, en Portugal.
Casknolia ha triplicado su plantilla en los últimos cinco años y lleva a cabo “una importante inversión en el territorio”. Rafa Cabello trabaja en las nuevas instalaciones de Casknolia, que contarán con un museo, una sala de catas, un centro de interpretación y una serie de infraestructuras para que los visitantes vivan la tonelería como una experiencia inmersiva.
A los puestos de trabajo generados de manera directa e indirecta hay que sumar “el hecho de que el mercado del whisky –un negocio multimillonario cuyo valor global ronda los 60.000 millones de dólares– dirija su atención a la región de Montilla-Moriles”.
Casknolia también resalta por ser la primera tonelería en pensar en términos de sostenibilidad, habiendo incorporado a su oferta barriles envinados con vinos ecológicos, así como desarrollado el subproducto Casknolia Barrel Chips, que aprovecha las virutas generadas durante el proceso de elaboración de la barrica y las ofrece a los chefs de alta cocina para que las usen para el ahumado de sus platos.
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