SEVILLA, 5 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se va a desplazar esta semana a la XXVIII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU (COP28) que se celebra hasta el 12 de diciembre en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), donde va a exponer las políticas que está llevando a cabo el gobierno que preside “comprometidas” con la lucha contra el cambio climático.
Así lo ha puesto de relieve el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, en la rueda de prensa posterior a la habitual reunión semanal del Ejecutivo andaluz, en la que ha informado de este desplazamiento del presidente de la Junta a la Cumbre del Clima.
El consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, y el propio Ramón Fernández-Pacheco acompañarán a Juanma Moreno en esta cita, según ha confirmado el portavoz, que ha subrayado que el presidente de la Junta ha acudido a todas las cumbres del clima que se han celebrado desde que ocupa dicho cargo, al que accedió en enero de 2019; en concreto, las cumbres celebradas en Madrid en 2019, en Glasgow en 2021, y la celebrada el año pasado en Egipto.
El consejero portavoz ha remarcado que la Junta acude a la COP28 “a exponer las políticas comprometidas que llevamos a cabo desde Andalucía”, que “tienen un amplio reconocimiento internacional”, y “también a conocer experiencias positivas” impulsadas por “otras regiones de otras partes del planeta que se están poniendo en marcha para hacer frente a este desafío global que es el cambio climático”, según ha abundado.
GUÍA PARA LA EVALUACIÓN DE LOS RIESGOS CLIMÁTICOS
Este martes, además, el Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de la elaboración, por parte de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, de la guía metodológica para la evaluación de los riesgos climáticos en el marco del Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC), un instrumento que permitirá la adaptación sobre aquellos impactos más destacados y la elección de las medidas “más eficaces y convenientes para reducir los efectos de esos riesgos”.
Según recoge dicha guía y se detalla en la referencia del Consejo de Gobierno, el proceso de una evaluación de riesgos climáticos comienza con la definición del objetivo, del contexto y del alcance de la evaluación para “poder identificar los posibles riesgos climáticos, seleccionando y priorizando aquellos que puedan representar un mayor problema”.
Finalmente, considerando estos riesgos y la información disponible, se llevará a cabo la evaluación de riesgos propiamente dicha, cuyos resultados “deben servir para una primera identificación de aspectos críticos, bien sea desde una perspectiva territorial o desde una perspectiva sectorial, para poder concretar y abordar desde la planificación las acciones de adaptación necesarias”.
En este sentido, para su elaboración se ha tenido en cuenta la evaluación preliminar de los principales riesgos climáticos realizada en su día a través del documento de Diagnosis y Alcance del PAAC, en el que se analizaron todos los impactos posibles en 13 áreas –en concreto, Recursos hídricos; Prevención de inundaciones; Agricultura, ganadería, acuicultura, pesca y silvicultura; Biodiversidad y servicios ecosistémicos; Energía; Urbanismo; Edificación y vivienda; Movilidad e infraestructuras; Salud; Comercio; Turismo; Litoral; Migraciones asociadas al cambio climático–, a las que se suman las de Empresa y tejido productivo y el Sector Seguros.
La guía metodológica incorpora un extenso anexo de propuestas de indicadores para la evaluación de componentes del riesgo climático en función de los siguientes impactos según las áreas estratégicas de adaptación.
Entre ellas están las inundaciones por lluvias torrenciales y daños por eventos climatológicos extremos; las inundaciones de zonas litorales y daños por la subida del nivel del mar; la pérdida de biodiversidad y alteración del patrimonio natural o de los servicios ecosistémicos; los cambios en la frecuencia, intensidad y magnitud de los incendios forestales; la pérdida de calidad del aire; los cambios de la disponibilidad del recurso agua y pérdida de calidad; la sequía; los procesos de degradación de suelo, erosión y desertificación y la alteración del balance sedimentario en cuencas hidrográficas y litoral.
De igual modo, también se señalan como posibles impactos la frecuencia, duración e intensidad de las olas de calor y frío y su incidencia en la pobreza energética; los cambios en la demanda y en la oferta turística; los cambios estacionales de la demanda energética; las modificaciones en el sistema eléctrico; las migraciones debida al cambio climático, particularmente su incidencia demográfica en el medio rural; la incidencia en la salud humana; el incremento en la frecuencia e intensidad de plagas y enfermedades en el medio natural y la situación en el empleo ligado a las áreas estratégicas afectadas.
AYUDAS A PROYECTOS CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO DE AYUNTAMIENTOS*
Por otro lado, el Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento también de la concesión de subvenciones a ayuntamientos para la realización de proyectos innovadores para la adaptación al cambio climático y para el diseño e implantación de zonas de bajas emisiones otorgadas por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en el marco del Plan de Impulso al Medio Ambiente Cambio Climático (PIMA).
Según ha explicado la Junta, el Gobierno andaluz convocó estas subvenciones en régimen de concurrencia no competitiva, destinadas a municipios de Andalucía con población entre 50.000 y 100.000 habitantes, para la realización de actuaciones de carácter innovador y redacción de proyectos para la adaptación al cambio climático con un importe total de un millón de euros repartido al 50% en las anualidades 2023 y 2024, con un máximo de 200.000 euros y un mínimo de 58.800 euros por beneficiario.
En concreto, se han otorgado ayudas a proyectos de cuatro ayuntamientos andaluces por un total de 773.500 euros. Así, el Ayuntamiento de El Ejido (Almería) recibirá 180.000 euros para la colocación de elementos de sombra artificial en el Parque de las Familias para atenuar el llamado efecto ‘isla de calor’.
De igual modo, el Ayuntamiento de La Línea (Cádiz) ha sido subvencionado con 200.000 euros –el máximo previsto en la convocatoria de ayudas– para el diseño y la implantación de zonas de bienestar y bajas emisiones para reducir la contaminación ambiental, preservar y mejorar la calidad del aire y la salud pública, acercar los niveles de contaminación de la ciudad a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud y cumplir con los valores de calidad del aire.
La misma cantidad –200.000 euros– ha recibido el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria (Málaga) para financiar las actuaciones dirigidas a atenuar el efecto isla de calor urbana en centros educativos y espacio público de uso infantil, mientras que al Ayuntamiento de Torremolinos (Málaga) se le ha otorgado una subvención de 193.500 euros para intervenir en la plaza Adolfo Suárez con un sombreado artificial para atenuar el efecto isla de calor urbana.
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