SEVILLA, 27 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha reivindicado este jueves el “sentido del humor” para sobrellevar mejor la actividad política, así como la importancia de los equipos en los liderazgos, y ha defendido su acento andaluz, criticando a quienes equiparan esa forma de hablar con una condición social inferior o con la “ignorancia”, y reconociendo que dicen que se parece a Lola Flores y ella misma lo cree cuando se escucha.
Son ideas que la dirigente socialista ha ido trasladando durante su participación este jueves por la tarde en el acto de presentación del libro ‘El Poder de la Influencia’, de Verónica Fumanal, en una librería de Sevilla, que ha estado presentado por la periodista Patricia Godino.
La vicepresidenta y la autora del citado libro han compartido reflexiones sobre los liderazgos en el transcurso de este acto al que han asistido, entre otros, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Curro Toscano; la portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento andaluz, Ángeles Férriz; la eurodiputada del PSOE Lina Gálvez; el portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Sevilla y exalcalde, Antonio Muñoz, y la presidenta del PSOE de Sevilla y veterana referente del socialismo andaluz, Amparo Rubiales.
Entre otras ideas, María Jesús Montero ha defendido que los equipos sirven para multiplicar los liderazgos, y en esa línea ha explicado que una de las características de su forma de entender la política pasa por rodearse de personas que sepan más que ella y que le “enseñen”, porque le gusta “aprender”.
Así, ha contado que, salvo cuando algún compromiso de trabajo se lo impide, siempre almuerza con su equipo, y aprovecha ese momento para abordar juntos los temas del día, e “intentamos que todo el mundo esté al tanto de lo que ocurre en el Ministerio” que dirige.
Tras puntualizar que, aunque se deja “aconsejar” por su equipo, al final es ella quien toma las decisiones y asume los “errores y aciertos” que pueda cometer, la vicepresidenta ha señalado también que ella tiene “facilidad” para desenvolverse en política sin que una cámara de televisión la deje “bloqueada”.
“Si me equivoco en algo no me apuro tanto, inmediatamente corrijo”, ha contado en esa línea María Jesús Montero, quien también ha apuntado que le “gusta la gente, rodearme de gente”. “Va conmigo, con mi forma de ser”, ha añadido.
SENTIDO DEL HUMOR
De igual modo, la ‘número dos’ del PSOE y del Gobierno ha sostenido que “en la vida en general, y en la política en particular, hay que tener sentido del humor”, porque “si no esto no se soporta, si no te proteges mentalmente de las críticas que se hacen”, y al respecto ha señalado que, “en ese sentido, los andaluces tenemos un elemento añadido”.
“Dicen que me parezco a Lola Flores, y yo misma cuando me escucho” lo piensa, ha comentado María Jesús Montero, que a renglón seguido ha lamentado que “el problema es que todavía se vincula el acento andaluz con la ignorancia, y ese es el gran drama”, porque “todavía a mucha gente hablar en andaluz” le lleva a que piensen que es “de una clase social más baja, de otra categoría o directamente ignorante”, y al respecto ha subrayado que los andaluces han tenido que “disimular” su acento “para quitarnos ese elemento de que poco menos que somos unos parias”.
Por otro lado, sobre liderazgos, la vicepresidenta del Gobierno ha reivindicado su formación como médica para señalar que le ha “ayudado mucho” a desarrollar su trayectoria política, a saber “diagnosticar las situaciones”.
Además, ha distinguido dos tipos de líderes, aquellos que “son impulsores de cambio y otros que son capaces de mantener los cambios que se han iniciado”, y ha opinado que “ambos liderazgos son igualmente valiosos, depende del momento que vive la organización” al que éstos pertenecen, ha apostillado.
Finalmente, preguntada por el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, la vicepresidenta ha opinado que “ha ido progresivamente humanizándose”, y ha negado que sea un hombre “frío” o “distante”. “Creo que a él lo han humanizado las circunstancias adversas que ha ido viviendo, que le han hecho sentirse débil”, y al respecto ha manifestado que “la debilidad en algunas personas es un elemento que las hace más fuerte y mejor”.
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