SEVILLA, 12 (EUROPA PRESS)
La rectora de la Universidad de Navarra, María Iraburu Elizalde, ha disertado sobre “La investigación al servicio del desarrollo empresarial y social. El caso de la UNAV”, donde ha analizado qué es la sostenibilidad, qué retos y oportunidades supone ésta para las empresas en el contexto actual, y cómo la universidad puede contribuir. “Desde su docencia e investigación, la universidad puede ayudar a la empresa a ser más sostenible”, ha afirmado en su intervención.
Iraburu ha sido presentada por José Carlos Gómez Villamandos, consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía.
Esta ponencia ha servido para contextualizar el convenio de colaboración que han firmado la Universidad de Navarra y CESUR con el objetivo de promover el desarrollo de la investigación científica y la innovación aplicada a las necesidades de los negocios de las empresas que se están sumando a la plataforma digital de GeneraSur, el nuevo centro de innovación y desarrollo empresarial que ha puesto en marcha la asociación de empresarios.
María Iraburu Elizalde, rectora de la Universidad de Navarra, y Juan Iturri, presidente de CESUR, han refundado este acuerdo de líneas de colaboración para promover actividades conjuntas que fomenten la transferencia de la investigación científica, universitaria y la innovación, aplicadas al ámbito empresarial y al desarrollo del emprendimiento.
Gracias a este acuerdo, los emprendedores universitarios y empresas de base tecnológica de la Universidad de Navarra, así como sus grupos de investigación, podrán colaborar de manera directa con GeneraSur, el centro de innovación y desarrollo empresarial de CESUR, para poner así sus proyectos al servicio de la innovación abierta de las empresas del Sur de España.
Según explicó Iraburu, la sostenibilidad adolece de una definición universal y convive con otros términos relacionados entre sí, pero no iguales, que han llevado a que se critique la amplitud del término, por lo que ha propuesto una definición basada en tres características.
En primer lugar, que se trata de una mirada a largo plazo: cómo podemos satisfacer nuestras necesidades presentes sin comprometer las de las futuras. En segundo lugar, que tiene un enfoque integral de tres dimensiones: se trata de considerar la cuestión ecológica de forma abierta, en diálogo con los aspectos económicos y sociales. Y por último, una tercera característica que se deduce de las anteriores, es una mirada que es simultáneamente autocrítica y comprometida.
“Autocrítica porque los supuestamente llamados países desarrollados hemos creado un modelo insostenible a largo plazo si se aplica a todos los habitantes del planeta. Y comprometida, porque la idea que subyace en la sostenibilidad es que somos responsables todos, cada uno desde nuestro ámbito, pero con muchas posibilidades si trabajamos, co-creamos juntos”, ha afirmado la rectora de la Universidad de Navarra.
La creciente incorporación de la sostenibilidad al debate social se ha ido traduciendo en normas, que también afectan a las empresas, como la Ley 11/2018 de Información no financiera y diversidad o el Código de Buen Gobierno. Según ha explicado María Iraburu, “hoy en día, el consejo es responsable indelegable de la política de sostenibilidad de la organización. Pero la normativización de la sostenibilidad es también una oportunidad para las empresas ya que les permite ganar legitimidad e incrementar su licencia operativa ante la sociedad”.
En ese contexto, María Iraburu ha analizado la manera en que la Unión Europea está enfocando la Innovación como Deep innovation, “es una innovación orientada a la solución de problemas. La UE no quiere unicornios orientados al lucro, quiere hacerlo ‘a la europea’, con un enfoque más humano y sostenible. La Deep innovation incorpora tecnología, o aspectos bio, y con la finalidad de responder a problemas de la sociedad”.
Y aquí es donde entra la universidad ya que, como ha explicado Iraburu, puede contribuir a la sostenibilidad empresarial desde su docencia e investigación. Formando perfiles profesionales orientados hacia la sostenibilidad, tanto como algo transversal a toda la oferta formativa como con programas específicos para formar profesionales en esos nuevos roles, tanto para sus estudiantes de grado como para profesionales ya experimentados que necesitan actualizar sus conocimientos.
Es otro enfoque de la gestión del talento: “una parte de la oferta de la Universidad a las empresas que no se suele considerar: nuestra experiencia con el talento joven. Palpamos cómo cambian los planteamientos de las nuevas generaciones, cuáles son las empresas que les atraen, qué tipo de perfiles les interesan. En un mundo en el que contar con el mejor talento se convierte en algo prioritario, esta aportación es especialmente valiosa” ha afirmado.
La otra dimensión en la que la universidad puede contribuir a la sostenibilidad empresarial es la investigación. Esto es un reto y una oportunidad que, según ha explicado Iraburu, requiere cercanía para conocer cuáles son las necesidades reales de las empresas y las posibilidades de colaboración de los grupos de investigación de modo que se trabaje en proyectos de investigación con un doble objetivo de carácter académico y práctico.
Para ello es necesario un buen conocimiento mutuo, en el que la empresa tiene que entender los tiempos y las exigencias de la investigación. Aquí nos encontramos con empresas que simplemente contratan un estudio y otras que hacen una apuesta más a largo plazo y con más impacto, por ejemplo, financiando cátedras o mediante doctorados de empresa. Por último también es necesaria una adecuación de la metodología para que se puede avanzar hacia una investigación aplicada que suponga un plus para la empresa y en la que haya trabajo compartido y transformación mutua.
Para ilustrar estas vías de colaboración entre empresa y universidad, Iraburu ha contado a los presentes en qué consiste el Centro Bioma, el proyecto central de la Estrategia 2025 de la Universidad de Navarra, que responde al acrónimo de ‘biodiversidad y medio ambiente’ y que está plenamente comprometido con un futuro sostenible.
“El Centro BIOMA nace como un lugar de encuentro y de transformación donde la sociedad civil y las instituciones buscan juntas respuestas y soluciones a los desafíos más urgentes desde la Ciencia, poniéndola al servicio de las personas y la naturaleza”, ha explicado.
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