CÓRDOBA, 27 (EUROPA PRESS)
Desde finales del pasado mes de noviembre y hasta el pasado martes 14 de enero de 2025, funcionarios especializados en desactivación de explosivos de la Comisaría Provincial de Policía Nacional de Córdoba se han desplazado a un total de nueve centros educativos de esta capital cordobesa, tras ser requeridos por dichos centros, para la retirada de de 12 botes de ácido pícrico, con un peso total aproximado de 1.200 gramos de esta sustancia.
Este ácido, según ha informado la Policía Nacional en una nota, sigue actualmente presente en centros educativos y universidades de Córdoba, “ya que se utilizó como marcador y colorante en los laboratorios de química y biología, aunque quedó en desuso”.
Los botes retirados, tienen una antigüedad aproximada de 30 años, “lo que significa que a causa de la deshidratación, con el paso del tiempo, aumenta su sensibilidad al choque o a la fricción” y, además, “la manipulación del ácido pícrico puede resultar muy peligrosa”.
El ácido pícrico es considerado como “un explosivo secundario, cuyas peculiaridades hacen que, bajo determinadas circunstancias, su manipulación pueda resultar muy peligrosa. Además, es una sustancia tóxica que puede llegar a provocar envenenamiento, y se absorbe fácilmente a través de la piel formando dermatitis alérgicas al contacto”.
CONSEJOS POLICIALES
Por este motivo, desde la Policía Nacional se hacen una serie de advertencias y recomendaciones sobre cómo actuar ante este tipo de producto, señalando que “su peligrosidad es aun mayor cuando este ácido reacciona con algunos metales, formando picratos, lo que puede suceder en los tapones de los recipientes que los contienen, por lo que en ningún caso deben abrirse dichos botes”.
En caso de localizar algún recipiente de ácido pícrico deben adoptarse diversas medidas, tales como “mantener dichos recipientes cerrados herméticamente, alejados de fuentes de calor, chispas, llamas abiertas o superficies calientes, y almacenarlos en lugar fresco, ventilado y seguro”.
Es recomendable “evitar la manipulación de esos recipientes y, en todo caso, su apertura”, además de “asegurar el lugar en el que se encuentran, impidiendo el acceso de entrada” y, si en la localidad donde se halla el centro educativo afectado existe comisaría de la Policía Nacional, contactar con el teléfono 091, que transmitirá instrucciones adicionales y se encargará de la retirada de esa sustancia.
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