CÁDIZ, 8 (EUROPA PRESS)
Agentes de la Policía Nacional en la provincia de Cádiz han actuado en menos de una semana en dos actuaciones distintas, ocurridas en El Puerto y en la capital, para salvar la vida de dos personas que había sufrido una parada cardiaca y a las que tuvieron que realizarles maniobras de reanimación cardiopulmonar.
En una nota, la Policía Nacional ha subrayado la importancia de la formación continua de sus agentes en materia de primeros auxilios para poder intervenir en actuaciones como estas, que tuvieron lugar en un intervalo de unos cuatro días.
La primera de ellas ocurrió en la ciudad de Cádiz, cuando un agente fuera de servicio que se estaba entrenando al rugby presenció cómo uno de sus compañeros de equipo colapsaba de forma repentina entrando en parada cardiaca tras sufrir convulsiones.
El agente, apoyado por un capitán de Corbeta y un cabo de la Base Naval de Rota, comenzó de inmediato a practicar maniobras de RCP, alternando compresiones torácicas y ventilaciones. Además, utilizó un desfibrilador disponible en las instalaciones deportivas mientras seguía las indicaciones telefónicas del 061.
Tras 15 minutos de esfuerzos ininterrumpidos, el deportista fue estabilizado por los servicios de emergencia antes de ser trasladado al hospital, donde se recuperó satisfactoriamente. Según los médicos, la rápida y coordinada intervención fue “decisiva para salvar su vida” de esta persona, como ha transmitido la Policía.
Cuatro días después, dos agentes en servicio fueron alertados sobre el estado de una mujer semiconsciente en un banco de la vía pública en El Puerto de Santa María. Al acercarse, verificaron que la mujer había dejado de respirar y perdido el pulso. De forma inmediata, iniciaron maniobras de RCP durante diez minutos hasta lograr restablecer su pulso y respiración.
Posteriormente, la víctima fue trasladada al Hospital Santa María del Puerto, donde permanece fuera de peligro con pronóstico reservado, según ha indicado la Policía.
Al respecto de estas dos intervenciones, se ha subrayado que “la preparación, vocación de servicio y compromiso con la ciudadanía son claves para garantizar la seguridad y el bienestar de todos”, y que estas acciones “reafirman que la profesionalidad y entrega de los agentes pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte”.
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