CÓRDOBA, 20 (EUROPA PRESS)
La Delegación Territorial de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía en Córdoba, a través de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, ha confirmado este lunes “la presencia de Clostridium prefingens, en una concentración de 2,5 por 105 ufc/g” en los montaditos de pringá consumidos por más de 40 personas que sufrieron una intoxicación alimentaria en Córdoba el pasado 4 de enero.
Según ha informado la Junta en una nota, Salud ha confirmado la presencia de dicho microrganismo tras recibir el resultado del análisis de las muestras tomadas del alimento, procedentes de una taberna del casco histórico que sirvió dichos montaditos en la celebración de un cumpleaños, resultando afectados por la mencionada intoxicación alimentaria 44 comensales y falleciendo una mujer de 63 años, sin que se haya determinado si su muerte está relacionada o no con la intoxicación.
La Junta ha recordado que, “tras la encuesta epidemiológica, el alimento sospechoso de la de toxiinfección alimentaria fue el montadito de pringá, elaborado localmente” en la citada taberna.
En cuando al Clostridium prefingens, la Junta ha explicado que se trata de un “microorganismo formador de esporas que se encuentra en el intestino de los seres humanos y de los animales domésticos. También se localiza en el suelo, en el agua y contaminando los alimentos, cuyo consumo puede causar una enfermedad caracterizada por diarrea y dolor abdominal”, que es lo que sufrieron, con síntomas leves, la mayoría de los afectados por la infección alimentaria.
Las toxiinfecciones por Clostridium perfringens, según ha detallado la Junta, “se deben a la supervivencia de esporas durante el cocinado de los alimentos (generalmente de origen cárnico) y a su posterior germinación y multiplicación hasta niveles suficientes, debido a una refrigeración inadecuada, producida cuando los alimentos se mantienen durante un tiempo prolongado en el intervalo de 15 a 55 grados” centígrados.
DENUNCIA DE FACUA
Por su parte, Facua Córdoba ha denunciado a los dos hospitales privados de la capital cordobesa, que atendieron a varios de los afectados por la toxiinfección, “por no informar” a la autoridad sanitaria acerca de los clientes intoxicados en una taberna de la ciudad tras consumir montaditos de pringá, pues “los incumplimientos de la obligación de alertar” a dicha autoridad “provocaron que la Junta no conociese los hechos hasta que una afectada notificó las intoxicaciones por correo electrónico cinco días después de los primeros ingresos que se produjeron en las urgencias de ambos centros sanitarios”.
Según ha explicado la organización de consumidores en una nota, en sus denuncias señala que “ambos centros y los profesionales sanitarios que atendieron a los intoxicados podrían haber vulnerado la Ley 16/2011, de 23 de diciembre, de Salud Pública de Andalucía”, advirtiendo que esto implicaría “una infracción grave del artículo 105 de dicha ley, al no haber aplicado el protocolo comunicando los datos a la autoridad sanitaria”.
Junto a ello y en su denuncia, Facua Córdoba expone que “los informes de alta de urgencias de dos intoxicadas que acudieron al hospital privado San Juan de Dios los días 5 y 8 de enero recogen que habían comido en un restaurante el día 4, pero no incluyen el nombre”. En el primer informe, según Facua, se indica que la afectada relató que “10-12 de los comensales están con clínica similar” y en el segundo que había “familiares en estado similar”.
Por otro lado, desde la asociación han explicado que “familiares de la mujer que falleció en el hospital de la Cruz Roja el 6 de enero, tras su ingreso el día anterior, relatan que expusieron a los médicos que había comido alimentos” del establecimiento afectado y que había “varias personas intoxicadas”.
El Protocolo de Actuación ante Alerta por Toxi-infección Alimentaria (TIA) de la Consejería de Salud establece que cualquier centro sanitario que atienda a afectados “lo comunicará con urgencia al Epidemiólogo del Distrito”. En caso de que la atención se produzca de 15,00 a 8,00 horas, fines de semana y festivos, la comunicación se realizará contactando con el Servicio Asistencial 061 desde el centro sanitario público o privado.
Según el citado protocolo, prosigue Facua, “esta comunicación debe hacerse en cuanto aparezca un solo caso de intoxicación si existe la implicación de un establecimiento público o un alimento comercializado. Pero según la información difundida públicamente desde la Delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta, no fueron conocedores de las intoxicaciones hasta el día 13 de enero, por lo que ninguno de los dos hospitales les habría trasladado los casos”.
“OBLIGACIÓN DE INFORMAR”
“El hecho de que se trate de centros privados no les exime del cumplimiento de la obligación de informar de inmediato a la Junta cuando atienden a un paciente con síntomas de intoxicación alimentaria”, han señalado desde Facua, agregando que, “en su artículo 62.7, la Ley de Salud Pública de Andalucía indica que todos los centros y profesionales sanitarios, tanto públicos como privados, con independencia de su finalidad, forman parte funcionalmente del Sistema de Vigilancia en Salud, aportando la información necesaria para la vigilancia en salud de la población”.
“En su artículo 64, apartado 1, se señala que los centros, servicios y establecimientos sanitarios tanto del sector público como privado, así como los profesionales sanitarios en ejercicio, están obligados a facilitar la información solicitada por el Sistema de Vigilancia en Salud”, han añadido.
“RETRASO DE LA JUNTA”
Para concluir, desde Facua han afirmado que “el retraso en la actuación de la Junta no estuvo motivado únicamente por el hecho de que los hospitales no le trasladaran la información sobre las intoxicaciones”.
“El correo en el que una afectada relataba los hechos fue enviado el día viernes 10 de enero por la tarde a una dirección de correo de la Delegación Territorial de Salud y Consumo que la Junta ofrece en su web para notificar asuntos relacionados con información general de salud pública, pero no fue abierto hasta tres días después. Para colmo, Salud no envió a un inspector al restaurante para recoger muestras hasta el 13”, han lamentado desde Facua.
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