SEVILLA, 8 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad forma parte, junto a los comités paralímpicos de Portugal, Grecia y España, entre otras entidades, de un proyecto europeo que busca mejorar la accesibilidad en las instalaciones deportivas.
Este proyecto, financiado por el programa Erasmus+, pretende desarrollar un proceso de certificación de calidad en inclusividad con el objetivo de establecer estándares para evaluar y mejorar sistemáticamente la accesibilidad de las instalaciones deportivas, considerando las necesidades de las personas con discapacidad, ya sean discapacidades sensoriales, cognitivas, de movilidad o de cualquier otro tipo, según ha explicado este departamento en un comunicado.
“La accesibilidad universal es un objetivo capital y no podemos cejar en su empeño”, ha remarcado la consejera del ramo, Loles López, que ha subrayado la importancia de la autonomía para las personas con discapacidad y su inclusión social. “La accesibilidad universal es esencial en todos los ámbitos, también en el deportivo, como condición para que estas personas puedan gozar plenamente de todos los derechos y libertades fundamentales”, ha proseguido.
En este marco, se trabajará con organizaciones y entidades (públicas y privadas) que gestionan instalaciones deportivas de cara a identificar medidas concretas que permitan implementar las mejoras necesarias. Denominado ‘Calidad de la inclusividad en el deporte: estándares innovadores para evaluar sistemáticamente las instalaciones deportivas y mejorar la accesibilidad y la movilidad de las personas con discapacidad’, –con el acrónimo en inglés de QIS–, este proyecto comenzará el próximo 1 de enero de 2025 y cuenta con 30 meses de ejecución.
De este modo, mediante un proceso de certificación de calidad en la accesibilidad, ofrecerá herramientas de formación, educación y sensibilización, así como trabajará en la inclusión de las personas con discapacidad a través del deporte. Asimismo, mostrará y difundirá las “mejores soluciones prácticas” adaptadas para implantarlas en las instalaciones deportivas públicas, ya sean de base o de alto rendimiento.
Liderado por el Comité Paralímpico de Portugal, este proyecto cuenta como socios con los comités paralímpicos griego y español, la Asociación Europea de Clubes Multideporte (EMCA) de Bélgica, así como entidades de Croacia y Portugal como la Asociación de Parálisis Cerebral de Almada Seixal y la propia consejería.
Desde la Consejería, señalan que el concepto de accesibilidad universal es un aspecto fundamental de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Este documento “requiere de los países que identifiquen y eliminen obstáculos y barreras y garanticen que las personas con discapacidad puedan acceder al medio ambiente, transporte, equipamientos públicos, servicios e información. De ahí, la importancia y necesidad de este proyecto para que la práctica deportiva esté abierta a todas las personas”, precisan.
Los edificios e instalaciones, ya sean grandes o pequeños, fomentan la inclusión cívica y al mismo tiempo contribuyen al proceso de revitalización de barrios desfavorecidos, ha añadido el departamento que lidera López. En este sentido, ha defendido este que un diseño adecuado y fácil para la accesibilidad y la movilidad requiere de una comprensión integral de estas cuestiones y de la identificación de soluciones efectivas, mejores prácticas y desarrollos innovadores en la industria del deporte y el ocio. “Se trata, por tanto, de conseguir un correcto diseño, operación y mantenimiento de las instalaciones deportivas para uso y disfrute de todas las personas en igualdad de oportunidades”, ha remachado.
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