SEVILLA, 6 (EUROPA PRESS)
El Gobierno andaluz ha explicado este martes que son los ayuntamientos los que “tendrán que tomar decisiones” respecto al suministro domiciliario de agua en zonas urbanas en función de la evolución de la sequía en la comunidad autónoma.
Así lo ha venido a trasladar el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz del Ejecutivo andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, en la rueda de prensa posterior a la habitual reunión semanal del Consejo de Gobierno, y a preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de ordenar cortes de agua como consecuencia de la situación de la sequía que sigue afectando a Andalucía.
Al respecto, el consejero portavoz ha indicado que la Junta no desea “que se produzca ningún” corte de agua en Andalucía, y esa “no es su intención”, si bien ha apostillado que dependen “de una lluvia que tampoco podemos predecir”.
Al hilo, el titular andaluz de Medio Ambiente ha sostenido que “si por algo se caracterizan los últimos tiempos es porque todas las predicciones climatológicas suelen fallar”, y “estamos en un tiempo muy inestable”, de forma que “lo que normalmente venía sucediendo de manera periódica ha dejado de suceder”, y “aquello que era previsible que ocurriera ha dejado de ocurrir”, según ha advertido antes de incidir en que por parte del Gobierno andaluz “ponemos todo de nuestra parte para que eso –los cortes de agua– no suceda”.
En todo caso, el consejero ha precisado que “el suministro en zona urbana es competencia de los ayuntamientos, es una competencia que tienen los municipios, no es competencia de la Junta de Andalucía”, encargada de “administrar las cuencas que son de titularidad andaluza, y en base a esas cuencas adoptar medidas que tengan que ver con el estado de los embalses”, según ha abundado.
Al respecto, ha comentado que, “evidentemente, cada una de las cuencas está preparada y tiene previsión de qué es lo que puede suceder”, pero ha apostillado que no le parece “oportuno hacer un llamamiento a que va a suceder algo que no tenemos la certeza de que vaya a suceder”.
“Lo importante en este momento inmediato es que llueva y que los embalses se llenen”, ha manifestado Ramón Fernández-Pacheco antes de insistir en remarcar que “son los ayuntamientos los que tienen que proceder al suministro domiciliario en ámbito urbano, y serán ellos los que tengan que tomar decisiones”.
EVOLUCIÓN DE LA SEQUÍA
Previamente, el titular de Medio Ambiente ha explicado que el Consejo de Gobierno también ha tomado conocimiento en su reunión de este martes del informe oficial sobre la evolución de la situación hidrológica de Andalucía, que pone de manifiesto un menor ritmo de descenso del agua embalsada como consecuencia de las últimas lluvias.
En concreto, en el conjunto de Andalucía el descenso del agua embalsada en una semana ha sido de tan solo cinco hectómetros cúbicos, lo que supone un 0,04% menos, dejando el agua embalsada en 3.225 hectómetros cúbicos, el 26,94% de 11.971, que es la capacidad total de los embalses andaluces, según ha detallado antes de precisar que, respecto de la situación de hace un año, en estos momentos hay 1.085 hectómetros cúbicos menos.
En cuanto a las distintas cuencas en el caso de la demarcación hidrográfica del Guadalquivir, el volumen de agua embalsada se encuentra en el 23,80% de su capacidad, al mantenerse en el mismo nivel que hace una semana. En la actualidad hay 619 hectómetros cúbicos menos que hace justo un año.
En las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, el agua embalsada ha aumentado gracias a estas precipitaciones, permitiendo que haya cinco hectómetros cúbicos más que la semana pasada, con un incremento del 0,43%. En la actualidad está en el 34,92% de su capacidad total, y en un año el descenso ha sido de 205 hm3.
La demarcación Guadalete-Barbate, por su parte, sí ha visto disminuidas sus reservas en seis hectómetros cúbicos en una semana (0,36% menos) hasta situarse en el 25,25% de su capacidad. En el último año se han reducido estas reservas de agua en 167 hm3.
Por último, la cuenca del Tinto-Odiel-Piedras-Chanza ha sufrido una nueva bajada de cuatro hectómetros cúbicos –que representa un 0,36% menos–, y dejando el porcentaje de agua embalsada respecto de la capacidad total en el 44,10%. En la misma semana del mes de junio de 2022 había del orden de 93 hectómetros cúbicos más de lo que hay ahora, según ha informado la Junta.
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