SEVILLA, 21 (EUROPA PRESS)
El Consejo de Gobierno andaluz ha tomado conocimiento este martes, 21 de febrero, de las ayudas para los titulares de explotaciones ganaderas andaluzas afectadas por Viruela Ovina Caprina (VOC) en el marco de una convocatoria dotada con 1,3 millón de euros de fondos de la Junta de Andalucía para compensar, entre otros, los gastos excepcionales de alimentación que han tenido que afrontar los ganaderos por la inmovilización de sus animales.
Según especifica la referencia del Consejo de Gobierno, las subvenciones se calcularán en base al número de días y ganado afectado por la prohibición de salir a pastar. Además, se contemplan también compensaciones para las fincas que han tenido que sacrificar animales, determinando el importe en base al volumen del pienso y del estiércol destruido para evitar la propagación de la enfermedad.
Con estas subvenciones, el Gobierno andaluz ayuda a los titulares de las explotaciones afectadas por VOC en la comarca almeriense del Alto Almanzora y las zonas granadinas de Baza (Altiplanicie sur) y Huéscar (Altiplanicie Norte). El objetivo es que los productores “puedan afrontar la complicada situación en la que se han visto inmersos y, por tanto, se garantice el mantenimiento de la actividad ganadera”.
En septiembre de 2022 se registró el primer foco de Viruela Ovina Caprina en Andalucía y, desde ese momento, según ha subrayado la Junta, se pusieron en marcha “las actuaciones necesarias para controlar y erradicar la enfermedad en el menor tiempo posible”.
Además de las medidas relativas al sacrificio de animales, eliminación de cadáveres y limpieza y desinfección de las explotaciones, también se establecieron zonas de protección (tres kilómetros) y de vigilancia (diez kilómetros) en el entorno de las fincas afectadas por la enfermedad.
En estas áreas se reforzaron las medidas de bioseguridad y, entre otras limitaciones, se establecieron restricciones al movimiento del ganado que impedían el aprovechamiento de los pastos. Por esta razón, según abundan desde la Junta, los ganaderos se han visto abocados a la compra de pienso suplementario que, junto a otros efectos de la inmovilización del ganado, ha conllevado “gastos extraordinarios para los que no estaban preparados”.
La VOC es una enfermedad vírica infecciosa que, además de “graves repercusiones en los animales”, también puede “afectar considerablemente a la rentabilidad de las explotaciones ganaderas al perturbar los desplazamientos de la cabaña y de sus productos dentro y fuera de la Unión Europea”, según advierten desde la Junta.
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