SEVILLA, 20 (EUROPA PRESS)
El vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía, Francisco Moscoso, ha alertado este lunes del riesgo de desaparición del sector apícola como consecuencia de la evolución del avispón oriental, marco en el que ha concretado que “estamos sufriendo daños cuantiosos en las provincias de Málaga, Huelva, Cádiz y Sevilla”.
“Quedan ya muy pocos apicultores y menos que quedarán”, ha advertido el responsable agrario, quien asegura que “vamos tarde con las medidas”. “Nos preocupa mucho la situación. Nuestros apicultores no aguantan más”, ha añadido Moscoso, que espera que, lo antes posible, la Junta convoque una mesa en la que se sienten las consejerías de Sostenibilidad, Agricultura y Salud junto a las organizaciones agrarias para abordar la situación y establecer medidas contra esta especie invasora.
Una reunión que, según adelantaron a UPA Andalucía en otra mantenida con la titular de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, se convocará “a finales de enero o primeros de febrero”, ha trasladado la organización en una nota de prensa.
Francisco Moscoso ha explicado que el avispón oriental, como se conoce a la Vespa orientalis, causa “estragos” en las colmenas al cazar abejas para alimentar a sus crías y “saquear” sus recursos como miel y polen. “Esto debilita gravemente las colonias, haciendo que las abejas defensoras no sean suficientes para proteger el panal. En pocos días la población de abejas se reduce drásticamente debido a los ataques del avispón, lo que disminuye la producción de miel y amenaza la supervivencia de la colonia”, ha agregado.
“Es un grave problema no sólo para los apicultores, sino para la agricultura en general, porque muchos cultivos dependen de la polinización de las abejas para salir adelante. Es un problema muy serio ante el que ya se deberían haber adoptado medidas, porque la inacción ha hecho posible que el avispón oriental se expanda por las provincias de Málaga, Sevilla, Cádiz y Huelva cuando se podía haber controlado mucho antes, cuando se detectaron los primeros casos”, señala el vicesecretario general.
El responsable agrario ha añadido que desde UPA Andalucía “planteamos que el control de la Vespa orientalis requiere una estrategia integral que incluya el trampeo, la reducción de las piqueras, una alimentación adecuada de las colmenas, y la destrucción temprana de nidos”. “Con estos métodos, los apicultores pueden reducir la presión de esta especie invasora y proteger sus colmenas de los daños. El éxito en la lucha contra el avispón depende de una vigilancia constante, la colaboración entre apicultores y autoridades, y la implementación rápida de medidas de control”, ha añadido.
PIDEN CATALOGARLA COMO ESPECIE INVASORA
Debido a esta evolución del avispón oriental, UPA Andalucía lamenta que todavía esta especie no está catalogada como invasora, lo que “limita mucho a administraciones y apicultores la adopción de medidas”. Al respecto, la secretaria general de UPA Sevilla, Verónica Romero, ha subrayado que “ese debe ser el primer paso para su erradicación”. Este último objetivo se tiene que solventar a través de la localización y destrucción de nidos del avispón oriental, su monitorización y estudios científicos sobre sus hábitos.
“Es cierto que muchos apicultores, por su cuenta, están usando un producto químico para atacar los nidos, pero la eficacia es muy reducida. También nos han aconsejado que reduzcamos la entrada a la colmena, porque al ser el avispón mucho más grande que la abeja así no podría entrar”, ha trasladado Romero, quien puntualiza que “nos encontramos con el problema añadido de que muchas colmenas tienen fisuras debido a las inclemencias meteorológicas o al transporte, y por ellas se cuela el avispón, lo que causa una mortandad tremenda. Por eso necesitamos medidas urgentes y más eficaces”.
La secretaria general de UPA Sevilla ha abundado que “el daño, además, es doble, porque el avispón no sólo se come a las abejas, sino que también se lleva la miel de la colmena, lo que redunda en un perjuicio mayor por bajada de producción. Y, encima, no sólo afecta a la apicultura, sino también a otros cultivos que necesitan de la polinización para salir adelante y se alimentan de ciertos tipos de fruta y viñedos”.
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