CEUTA, 7 (EUROPA PRESS)
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Ceuta ha expresado su preocupación por la situación de los agentes destacados en las fronteras de Ceuta y Melilla ante la inminente apertura de las aduanas comerciales, tras tres años de negociaciones entre España y Marruecos.
La entidad advierte de que esta nueva etapa “incrementará la presión sobre los agentes, quienes ya operan en condiciones precarias enfrentándose a la falta de personal, un aumento en la carga de trabajo y unas infraestructuras insuficientes”.
Según la AUGC, los propios agentes califican las fronteras de Ceuta y Melilla como “tercermundistas” debido a la falta de infraestructuras adecuadas, recursos materiales y efectivos suficientes, por lo que creen que “no están preparadas para asumir el reto que supone garantizar la seguridad y el control en estas nuevas aduanas”.
Para la asociación, la apertura de las aduanas, que supondrá la regularización de un flujo mínimo de mercancías, según lo anunciado, “no atiende a las necesidades reales de los guardias civiles”. Solicitan que el Gobierno dote a las fronteras “de los recursos humanos y materiales necesarios” antes de abrirlas.
Han criticado, además, que el acuerdo esté “marcado por unas condiciones impuestas por Marruecos que afectan directamente al trabajo de los guardias civiles y a la soberanía de las ciudades autónomas”.
“Es inadmisible que se adopten medidas que ceden soberanía y colocan a los guardias civiles en una situación de desventaja operativa frente a unas condiciones que Marruecos impone y España acepta sin cuestionar”, han expresado a través de una nota de prensa.
Han criticado que la clase política esté “negociando en silencio” mientras los guardias civiles “se siguen enfrentando a situaciones extremas como la gestión del drama migratorio y las devoluciones en condiciones inhumanas, como ocurre en el denominado ‘tubo de la vergüenza’ en la frontera del Tarajal”.
“Los agentes deben custodiar durante horas a personas interceptadas en el mar, en instalaciones improvisadas y sin los medios necesarios, hasta que Marruecos decide recepcionarlas bajo sus propios términos y horarios”, añaden.
La AUGC ha reprochado a la clase política y empresarial su “indolencia”, al parecer “más preocupada por el comercio que por el bienestar de los agentes o por garantizar que estas fronteras cumplan con los estándares mínimos de seguridad y derechos humanos”.
“Desde la Asociación consideramos que los guardias civiles merecen respeto, condiciones dignas de trabajo y un compromiso firme por parte del Gobierno para garantizar que las aduanas de Ceuta y Melilla sean espacios funcionales, seguros y en los que se respete tanto su labor como los derechos humanos”, han concluido.
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