SEVILLA, 6 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Universidad, Investigación e Innovación ha financiado un proyecto liderado por un equipo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA), que ha determinado, mediante ensayos al aire libre y en un simulador, que el uso de cámaras térmicas facilita el análisis de la composición del suelo en Marte. Esta información ha permitido a los robots exploradores moverse con mayor seguridad y ha simplificado la obtención de datos de los distintos terrenos por los que se trasladan.
En una nota de prensa, el Gobierno andaluz ha apuntado que los exploradores enviados a Marte, además de tomar muestras físicas para su posterior estudio en la Tierra, han analizado mediante distintos métodos de imagen el terreno por donde se mueven los robots. Además, al conocer la composición del suelo les ha permitido evitar adentrarse en lugares donde queden varados y chocarse contra macizos que pueden dañarlos.
Mediante estos trabajos, financiados a través del proyecto Sensor Multimodal Inteligente para Identificación de Características Terramecánicas en Vehículos Autónomos Rurales (Imsiter) de la Consejería, los investigadores han comparado distintas opciones a la hora de tomar muestras gráficas del terreno como imágenes 3D, sensores de infrarrojos, cámaras tradicionales, entre otros, para confirmar qué método es el más idóneo para extraer toda la información útil necesaria. La Junta ha indicado que para ello, se han realizado ensayos en condiciones terrestres y en una cámara que replica la temperatura y presión de Marte.
En el artículo ‘Thermal Imagery for Rover Soil Assessment Using a Multipurpose Environmental Chamber Under Simulated Mars Conditions’, publicado en la revista ‘IEEE Transactions on Instrumentation and Measurement’, se ha revelado que “las imágenes térmicas 2D de alta resolución permiten estudiar suelos con características heterogéneas, algo que no es posible con los actuales sistemas utilizados en las misiones de Marte”. Además, han indicado que las fotografías han presentado colores en función de la temperatura del objeto. Así, los colores más cálidos como el rojo y el amarillo han representado más calor, mientras que el azul y el púrpura temperaturas más bajas.
Este tipo de cámaras han sido diseñadas para monitorear y recopilar datos del ambiente con múltiples propósitos y se han encontrado aisladas para evitar interferencias. Además, han ofrecido datos “muy precisos y detallados, de mayor calidad que las imágenes infrarrojas generadas artificialmente a partir de fotografías tradicionales”, han considerado la Junta.
En este sentido, en un artículo de la Fundación Descubre, organismo dependiente a la Consejería, el investigador de la UMA Carlos Pérez ha indicado que, “además, los resultados del estudio permiten realizar experimentos en suelos con características conocidas bajo diferentes condiciones controladas, como las que se dan en el planeta rojo, por ejemplo”
Por otro lado, el sistema ha medido los ciclos diurnos de cuatro tipos de suelo de características físicas conocidas bajo presiones marcianas y terrestres para realizar un análisis cuantitativo único, además de una comparación de cómo han manejado el calor –comportamiento térmico– y cuál ha sido la capacidad para retenerlo –inercia térmica–. De esta manera, los investigadores de la UMA han observado el cambio en las imágenes según la composición del terreno durante un periodo de tiempo continuado.
DATOS MÁS PRECISOS Y EXACTOS
La Junta ha detallado que las cámaras utilizadas en exploradores como el ‘Perseverance’ o el ‘Curiosity’ “no son suficientes para caracterizar factores del suelo, así como la granularidad o la cohesión”. En algunos casos, ha apuntado que para medir la temperatura se utilizan dispositivos que convierten la energía térmica en eléctrica, llamados termopilas, termómetros infrarrojos que no necesitan contacto directo con el objeto que evalúan.
Sin embargo, la propuesta de este trabajo “ha mejorado significativamente la obtención de datos que han sido más exactos y precisos”. Durante los ensayos se han recopilado 9.225 imágenes radiométricas, que capturan visualmente el suelo y registran la cantidad de radiación térmica emitida, ha apuntado la Consejería. Estas imágenes han proporcionado información sobre la temperatura y la distribución del calor, que han posibilitado conocer la composición del terreno.
Por último, desde la Administración han indicado que la simulación de las condiciones marcianas se han realizado en el Umalaserlab Mec, “un cilindro de acero inoxidable de doce metros de longitud y 1,6 de diámetro y ventanas en la parte superior y los lados, que reproduce la composición de la atmósfera de Marte”. Asimismo, ahí continúan los estudios “para ampliar el realismo de estas simulaciones y otras acciones de mejora del sistema, como la refrigeración de las cámaras para reducir la temperatura mínima requerida en las mediciones de forma remota”, han concluido.
- Te recomendamos -