GUADALCÁZAR (CÓRDOBA), 15 (EUROPA PRESS)
El estudio ‘Vía Verde de la Campiña: estudio de los efectos de la restauración vegetal sobre su capacidad de absorción de carbono y biodiversidad animal’ ha evidenciado la existencia de dos especies de hormigas en el municipio cordobés de Guadalcázar de las que no tenía constancia demostrable la comunidad científica en la zona.
Según detallan desde el Ayuntamiento, el estudio, sobre la biodiversidad en la Vía Verde de la Campiña, se ha desarrollado en los términos municipales de Guadalcázar y La Carlota, gracias la financiación de la Diputación de Córdoba, y deja resultados “tremendamente interesantes” para la zona, que tienen que ver con las hormigas y las aves.
Todo se remonta al año 2021, cuando se puso en marcha un programa de compensación de emisiones de dióxido de carbono (CO2) por parte de la Diputación. Entre las acciones a desarrollar se encontraban reforestaciones entre 2021 y 2023 con el objetivo de “conseguir la neutralidad climática que debe obtenerse en 2050 en todo el territorio de la Unión Europea (UE)”.
La Vía Verde de la Campiña que discurre por varios municipios de la comarca, entre ellos Guadalcázar, fue uno de los lugares elegidos para esa reforestación. Entre las especies autóctonas elegidas se encuentran los fresnos, almeces, algarrobos, pinos y acebuches.
El proyecto se ha desarrollado en dos fases, la primera en la primavera de 2021, en un tramo de cuatro kilómetros y la segunda, que se ha realizado en 2022, tiene unos ocho kilómetros de recorrido. Uno de estos tramos está cerca de Las Pinedas en La Carlota y el otro en Guadalcázar.
Fue en abril de 2022 cuando la Diputación firmó un convenio con el Departamento de Ecología de la Universidad de Córdoba para realizar un estudio en estos dos tramos.
El estudio intentaba determinar cuánto CO2 habían rescatado de la atmósfera los árboles y arbustos situados en los lados de la vía verde en estas dos zonas antes de la reforestación y en la segunda parte se pretendía saber en qué situación se encuentra la fauna de la misma zona. La intención era comparar datos de antes y después de la reforestación.
Se usaron para ello dos bioindicadores, las hormigas y las aves. Así, una de las conclusiones recoge que los árboles y arbustos que bordean la vía verde han capturado hasta el día de hoy 240 toneladas de CO2 de la atmosfera y en la segunda parte del estudio se capturaron un total de 39 especies de formícidos.
LAS ESPECIES
En concreto, los investigadores destacan que de dos de las especies capturadas “no se había atestiguado la presencia y, por tanto, hasta la fecha no se tenía constancia de la existencia de las mismas en esta zona por parte de la comunidad científica”. Las especies en cuestión son Monomorium andrei y Aphaenogaster striativentris.
En lo que tiene que ver con las aves, se han encontrado un total de 93 especies y de ellas hay ocho que están en peligro, cuatro vulnerables y siete casi amenazadas, a la vez que “se han encontrado dos especies exóticas, que al no pertenecer al ecosistema, lo perjudican”, señalan en el estudio.
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