SEVILLA, 3 (EUROPA PRESS)
Expertos del ámbito de las sostenibilidad reunidos en Sevilla en el X Congreso Andaluz de Ciencias Ambientales (Coancian), organizado por el Colegio de Ambientólogos de Andalucía (Coamba), han señalado que es “clave” la definición de los indicadores de sostenibilidad y han apostado por “centrar los esfuerzos en la unificación de criterios del reporte” de las empresas en esta cuestión.
En el tercer bloque de este X Congreso bajo el título de ‘Objetivo e indicadores de sostenibilidad’, moderado por el responsable de Unidad Técnica de Medio Ambiente, Accesibilidad y Calidad Turística, auditor jefe de OCA Global, Pablo Escribano, han intervenido el profesor del Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Universidad de Sevilla desde 2007 y doctor en TecnologíaQuímica y Ambiental Bernabé Alonso; la científica del Centro de Investigación de la Comisión Europea especializada en Finanzas Sostenibles en el marco de la Taxonomía Europe María Arranz; el catedrático de Ecología en la Universidad Autónoma de Madrid Javier Benayas; y Abilio Caetano Barrera, consultor de proyectos Ecoterrae.
En el debate, María Arranz ha explicado que la taxonomía europea “es una herramienta que se utiliza financialmente y pretende redirigir fondos privados hacia actividades económicas sostenibles. Es un diccionario técnico, pretende poner criterio técnico y selectivo para actividades económicas”, y Bernabé Alonso ha manifestado que la taxonomía “marca un camino del cambio” y que “no se ha puesto ningún criterio que técnicamente no se pueda cumplir ya en las empresas”.
Sobre en qué punto nos encontramos sobre los requisitos en materia de sostenibilidad y qué efectos tienen en nuestra sociedad, Bernabé Alonso ha señalado que “estamos un momento de punto de inflexión” con el desarrollo de la regulación sobre la taxonomía para “clasificar como sostenible o no las actividades económicas”, mientras que María Arranz ha indicado que “estamos en un momento dentro de la Comisión en que se están haciendo nuevos indicadores de cómo medir la sostenibilidad, criterios técnicos específicos”.
Y “no solo miramos al cambio climático, sino a otros aspectos de la sostenibilidad como la transición a la economía circular”, ha añadido, para apuntar que en cuanto al empleo “puede tener un impacto más grande, cada vez con más puestos de trabajo”.
Por su parte, Javier Benayas ha destacado que estamos en un momento en que “la demanda de personas conocedoras de las sostenibilidad y cómo se aplica está creciendo y los estamos notando”. “Los ambientólogos somos los médicos del entorno y la gran clave es si somos capaces de definir los indicadores”, ha asegurado, para añadir que la sociedad “es cada vez más sensible”.
Abilio Caetano Barrera, por su parte, ha dicho “que estamos en un punto de inflexión y de incertidumbre” y ve clave la definición de los indicadores de sostenibilidad para “indicar en qué punto nos encontramos”. “Nadie sabe cómo afrontar esto, es muy complejo por la cantidad de esquemas, que todos dicen lo mismo pero de forma distinta”, y aunque “se perciba una situación negativa, es todo lo contrario, una oportunidad para conseguir una sociedad alineada con una desarrollo sostenible”.
Cuestionado sobre quién tiene que reportar, Alonso ha dicho que en el caso de la taxonomía está indicado en la regulación, “y es por tamaño de empresa y de actividad económica”. Arranz, por su parte, ha señalado que cualquier proyecto europeo a día de hoy “tiene que asegurar que no hace daño a los seis objetivos ambientales de la taxonomía”. “Costará trabajo, pero tendrá un impacto positivo a la larga en el medioambiente”, ha agregado.
En este sentido, Benayas ha afirmado que “todas las entidades públicas y privadas tienen que reportar, pero no tenemos que equivocar el vestido con el continente”. “Muchas veces al definir unos indicadores para reportar se preocupan más de cumplir una serie de requisitos que de producir cambios en la institución que reflejen una sostenibilidad”, ha sentenciado.
Al respecto, Barrera ha dicho que “hay un problema de unificación de criterios en el sentido de calcular todos los indicadores para hacer un reporte”, por lo que “hay que trabajar para que cuando haya un diagnóstico salga el mismo resultado”. “Hace falta centrar los esfuerzos en la unificación de criterios de reporte”, ha abundado.
Por último, y al plantearles si existe un punto de inflexión sobre cómo desarrollar la actividad empresarial, Bernabé Alonso ha apuntado que “hay voluntad”. “Ya todo el mundo es sostenible y tiene que haber una paso más en al competitividad, la credibilidad”. Al respecto, Arranz ha precisado que uno de los motivos por lo que nace la taxonomía europea “es para que todos tuviéramos el mismo criterio ambiental”.
“Todos podemos decir que somos sostenibles, pero se trabaja en que haya unificación, ejercicios internos de coherencia, que todas las empresas usen los mismos estándares o la misma metodología”, ha agregado, para subrayar que “es un impacto positivo para la empresa y que cuando se ponga el logo de sostenibilidad sea cierto”.
“LAS EMPRESAS NO TIENEN FUTURO SI NO SE ADAPTAN A LOS CAMBIOS”
En este punto, Benayas ha indicado que las empresas “tienen dos alternativas, o se transforman o usan la sostenibilidad como lavado de imagen”. “Las empresas no tienen futuro si no se adaptan a los cambios que tienen que venir; la transición tiene que llegar”, ha incidido. Barrera, de otro lado, ha dicho que “lo importante es la verificación de todos los indicadores que se reportan, algo fundamental para dar credibilidad al reporte”.
Finalmente, y sobre el papel que juegan en todo esto los ambientólogos, Barrera ha asegurado que “caemos de pie en esta nueva oportunidad de negocio”, porque “tienen los conocimientos y las competencias técnicas para afrontar, desde muchos puntos de vista, un proyecto de indicadores de sostenibilidad”.
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