SEVILLA, 20 (EUROPA PRESS)
Endesa ha destinado este año 15,6 millones de euros al refuerzo y mantenimiento de la red de distribución de Andalucía dentro de la campaña de invierno con la que se preparan las instalaciones para hacer frente al incremento del consumo derivado de las bajas temperaturas y al impacto que los fenómenos climatológicos adversos, como heladas, nevadas, inundaciones o fuertes vientos, pueden tener sobre la red eléctrica.
Esto ha informado en un comunicado la entidad, que ha concretado que este año se han revisado cerca de 8.000 kilómetros de líneas de media y alta tensión, se han realizado más de mil inspecciones en subestaciones y más de 7.200 en centros de distribución, a las que se suman labores de tala y poda en alrededor de 8.100 kilómetros de líneas aéreas.
Con este volumen de infraestructuras, Endesa ha explicado que su filial de redes, e-distribución, está expuesta a las inclemencias climáticas a las que se hace frente con inversiones para reforzar y digitalizar la red y planes de emergencia para hacer frente a fenómenos meteorológicos extremos “cada vez más frecuentes”.
En este sentido, ha detallado que durante la Dana que el pasado octubre azotó a amplias zonas del Mediterráneo, Andalucía y Aragón, e-distribución movilizó más de 800 trabajadores para atender las incidencias y reponer cuanto antes el servicio en diversos puntos afectados por el temporal en Andalucía, Extremadura, Cataluña, Aragón y Baleares, zonas en las que gestiona la red de distribución.
Durante este excepcional episodio meteorológico, ha apuntado que se utilizaron más de 40 grupos electrógenos para devolver la luz a las localidades en las que las dificultades de acceso retrasaban las reparaciones. En este marco, ha indicado que sólo un año antes la borrasca Bernard, con vientos de más de 140 kilómetros por hora, derribó 287 torres eléctricas, rompió más de 300 cables y provocó la caída de 98 árboles sobre las infraestructuras eléctricas de la red de e-distribución en Andalucía, “otro ejemplo del impacto que los fenómenos meteorológicos cada vez más extremos tienen en la red eléctrica”.
Para afrontar este tipo de emergencias, Endesa aplica una estrategia basada en cuatro pilares: prevención de riesgos, preparación, recuperación y respuesta. Las medidas de prevención se implementan “desde un primer momento”, en el diseño y construcción de las infraestructuras y continúan con las “labores continuas” de mantenimiento e inspección para intentar minimizar el impacto de los eventos climáticos en la red. Un ejemplo, ha señalado la entidad, son las labores de poda técnica del arbolado para evitar la caída de ramas o de los propios árboles sobre las líneas en caso de fuertes vientos.
Las acciones de preparación incluyen el uso de modelos predictivos de eventos meteorológicos y las medidas para monitorear la red y anticiparse a posibles interrupciones del suministro. Una vez se confirma la llegada de un fenómeno meteorológico extremo se organiza la respuesta. Gracias a los sistemas automáticos de gestión de red disponibles en los cinco centros de distribución de Endesa, los cerebros que controlan la red las 24 horas del día y los 365 días del año, la empresa indica que se puede evaluar “en minutos” la situación de la red y actuar directamente en remoto para resolver las incidencias de forma “mucho más rápida”.
Los equipos eléctricos automatizados ubicados en los tramos de red actúan de forma autónoma, semi autónoma o comandados por los expertos. El objetivo principal de esta fase, según especifica, es devolver el suministro eléctrico lo antes posible a través de rutas eléctricas alternas. También se aíslan eléctricamente los tramos afectados o caídos, con el fin de evitar riesgos.
En otros casos es necesario desplazar a técnicos de mantenimiento a la zona para reparar las incidencias. Se trabaja en colaboración con otros servicios de emergencia, con los que se coordinan las labores de actuación y se refuerzan además las brigadas con retenes que trabajan sobre el terreno para recuperar el suministro. Otro elemento “clave” es la instalación de grupos electrógenos en los lugares donde se prevé una mayor duración de las reparaciones por la magnitud de los daños o las dificultades de acceso.
En caso de incidencia grave, la eléctrica especifica que la prioridad es siempre restablecer y asegurar el servicio a clientes que, por su actividad, son especialmente sensibles: hospitales, servicios de emergencias, policía o suministros de agua.
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