ALCALÁ DEL VALLE (CÁDIZ), 21 (EUROPA PRESS)
El pueblo gaditano de Alcalá del Valle será donde confluirán este sábado 25 de enero todos los participantes de la Marcha de las Huías, que este año alcanza su tercera edición con personas venidas de diez municipios de las provincias de Cádiz y Málaga.
En concreto, convergerán vecinos y colectivos memorialistas de la propia Alcalá del Valle y de Olvera y Setenil en Cádiz, junto a los malagueños de Arriate, Teba, El Burgo, Serrato, Almargen, Cuevas del Becerro y Cañete la Real.
El encuentro se producirá en la fosa de El Baldío, en las proximidades de la gasolinera, a las 12,30 horas del sábado 25 de enero. Para llegar hasta aquí, cada localidad ha diseñado su propio sendero y al llegar a Alcalá del Valle compartirán un programa común.
Tras el punto de encuentro en la fosa de El Baldío, todos se trasladarán al recinto ferial donde, a partir de las 13,00 horas se llevará a cabo un acto de homenaje y recuerdo a todos los vecinos que se vieron obligados a abandonar sus hogares tras el golpe de Estado de julio de 1936 y que desencadenó la Guerra Civil.
Está prevista una intervención del escritor Antonio Manuel, quien explicará el contexto histórico de las ‘huías’. También se contempla la interpretación del monólogo ‘El silencio del miedo’ por parte de Noemí Cerredo, además del testimonio de un superviviente del éxodo que sufrieron estas poblaciones hace casi 90 años.
Los ayuntamientos participantes comparten la organización de este acto, especialmente el de Alcalá del Valle como municipio anfitrión, con la colaboración de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, la Diputación de Cádiz y entidades memorialistas.
Al estallar la Guerra Civil, y conforme se iba conociendo la represión en las localidades que eran ocupadas, se sucedieron desbandadas en los municipios en busca de los territorios que permanecían adeptos al gobierno republicano.
Así, como ha apuntado la Diputación, los vecinos de la provincia de Cádiz huyeron hacia Málaga, de tal forma que “centenares de ellos”, en el curso de ese éxodo forzado, “padecieron la funesta ‘Desbandá’, en la carretera que comunica las capitales de Málaga y Almería”.
Muchos, en marzo de 1937, regresaron a sus lugares de origen creyendo en “una normalización del conflicto”, pero “en no pocos casos, encontraron al llegar a sus hogares persecución, represión y confiscación de bienes, entre otras penalidades”.
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