CÓRDOBA, 21 (EUROPA PRESS)
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha presidido este viernes en la Catedral de Córdoba la misa de envío de los 1.500 jóvenes de la Diócesis cordobesa que, alcanzando así una cifra record, han partido este mismo día hacia Guadalupe (Cáceres), en la que ya es la XXVII Peregrinación Diocesana.
Según ha informado el Obispado en una nota, Demetrio Fernández, que además acompañará a los jóvenes durante el fin de semana, ha agradecido en su homilía a la Delegación de Juventud la tarea de preparar “este ejército en orden de batalla, porque para organizar un grupo de 1.500 peregrinos hay que hacerlo bien, para que no sea un caos”, añadiendo, en este sentido, que “muchos jóvenes andan hoy por la vida como vagabundos, sin norte, sin saber dónde van, sin embargo el peregrino si sabe dónde va, sabe que va acompañado y se alegra de llegar a la meta”.
El obispo, que también ha dedicado su carta semanal a esta nueva peregrinación al santuario de la Virgen de Guadalupe, ha recordado que en los casi 30 años de peregrinaciones organizadas desde Córdoba, “se han fraguado muchos matrimonios, han surgido vocaciones sacerdotales y a la vida religiosa, y son muchos los testigos que caminan con estos jóvenes para mostrarles la belleza de una vida entregada a Dios totalmente”.
Demetrio Fernández ha destacado también que la peregrinación a Guadalupe “es un referente en la vida de la Iglesia en nuestra Diócesis”, y ha pedido a los jóvenes, que tienen “la preciosa tarea de transformar el mundo”, que aprendan a hacerlo desde “la diligencia de obrar con amor como María”.
Terminada la eucaristía, un total de 27 autobuses, con los referidos 1.500 peregrinos cordobeses, han puesto rumbo a Hinojosa del Duque (Córdoba), donde cada año se hace la primera parada; seguirán hasta Puerto de San Vicente (Toledo), y desde ahí comenzará la marcha andando hasta Alía (Cáceres), donde harán noche.
La mañana del sábado partirán de Alía a Guadalupe y, ya por la tarde, todos los peregrinos llegarán a las plantas de la Virgen. El domingo por la mañana el obispo presidirá la eucaristía en el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe, misa que pone fin a la peregrinación justo antes de que los autobuses pongan rumbo de regreso a Córdoba.
Los delegados diocesanos de Juventud, Jesús Linares y Rafael Romero, han reconocido que, a pesar de ser un año complicado, por el número de peregrinos, lo han preparado con mucha “ilusión”, porque después de dos años atípicos la peregrinación vuelve a celebrarse de manera normal.
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