SEVILLA, 1 (EUROPA PRESS)
El Gobierno elevará las ayudas regionales que puedan recibir proyectos en Andalucía hasta el 40% en el período 2022-2027, que en el caso de Almería, Córdoba y Cádiz alcanzará el 50%. Para ello, el Consejo de Ministros ha aprobado la modificación de los reales decretos por los que se delimitan las zonas de promoción económica de Andalucía, Región de Murcia, Canarias, Extremadura, Castilla y León y la Ciudad Autónoma de Melilla.
De esta forma, se incorporarán a la normativa reguladora de los incentivos regionales las mejoras en las intensidades de ayudas que se acordaron en la revisión intermedia del Mapa de Ayudas Regionales 2022-2027, que fue aprobado el 13 de diciembre de 2023 por la Comisión Europea, tal como ha detallado el Ejecutivo central en una nota de prensa.
Se actualizarán las intensidades máximas de ayuda que se podrán conceder entre el 1 de enero de 2024 y el 31 de diciembre de 2027 de forma que se elevarán las cuantías de las ayudas estatales de finalidad regional para el período 2022/2027 que puedan recibir proyectos en esas zonas al subirse el techo máximo de esos incentivos regionales, que se aplican para corregir los desequilibrios económicos interterritoriales.
En concreto, en el caso de Andalucía, la intensidad máxima de los incentivos regionales pasará del 30% al 40% en el techo máximo de ayudas para ese período. En el caso de las provincias de Almería, Córdoba y Cádiz, el porcentaje será aún mayor, ya que ya tenían ayudas de un máximo de 40%, se elevan al 50%, al tratarse de zonas beneficiarias del Fondo de Transición Justa.
La modificación de los reales decretos se lleva a cabo para adaptarlos a la modificación que se ha tenido que llevar a cabo en el Mapa de ayudas regionales de España para el período 2022-2027, con la revisión intermedia del Mapa aprobada en diciembre de 2023. Previamente, los mapas se habían adaptado a lo establecido en el Plan Territorial de Transición Justa (PTJ) de España, aplicado desde inicios de 2023. Dicho Plan de Transición Justa preveía que en esas provincias andaluzas se debía producir un aumento de la intensidad de la ayuda al ser un territorio designado para recibir ayuda del Fondo de Transición Justa, en el marco del objetivo de inversión en empleo y crecimiento en España.
En cuanto a la tramitación de la actualización normativa prevista, el 26 de enero de este año se dio conocimiento del contenido de los proyectos de reales decretos a las Comunidades Autónomas afectadas, tras la revisión intermedia efectuada en diciembre de 2023. El pasado 12 de julio, el Consejo Rector de Incentivos Regionales acordó aprobar el contenido de los proyectos de reales decretos y proponerlos al Gobierno para su aprobación, previo conocimiento de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (CDGAE).
Ahora el Consejo de Ministros ha aprobado la modificación de los reales decretos que afectan a cada uno de los territorios. El mapa de ayudas regionales delimita aquellos territorios que requieren de ayudas e incentivos. Es el instrumento o mecanismo para identificar las zonas en las que las ayudas a la inversión empresarial pueden ser compatibles con el mercado interior por estar destinadas al desarrollo económico de las zonas menos favorecidas de la Unión Europea. También determina las intensidades máximas de las ayudas compatibles expresadas como un porcentaje máximo sobre la inversión subvencionable de los proyectos de inversión.
Los sectores que son beneficiados en todas las zonas de promoción económica son los de las industrias transformadoras y servicios de apoyo a la producción; establecimientos turísticos; e instalaciones complementarias de ocio. Las zonas de promoción económica tienen como objetivo impulsar y desarrollar el tejido socioeconómico de cada territorio, con especial atención al aumento del nivel de vida en su territorio.
En particular, en las zonas más deprimidas, se hará a través de la promoción en la creación de empresas innovadoras y de base tecnológica que propongan inversiones basadas en proyectos de investigación, desarrollo e innovación y, en general, en la innovación tecnológica, el diseño industrial y la mejora medioambiental; el impulso del potencial endógeno del territorio, así como el desarrollo y consolidación del tejido industrial con base en criterios de calidad, eficiencia, productividad y respeto al medio ambiente; y mediante el fomento de la diversificación en los sectores de producción y distribución que “aumenten el atractivo y el impulso de la actividad en el territorio”.
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