SEVILLA, 8 (EUROPA PRESS)
Un estudio liderado por la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA) del CSIC, ha analizado el comportamiento alimentario de tres especies de gacelas norteafricanas “potencialmente” competidoras –Gacela de Cuvier, Gacela dama y Gacela Dorcas– para ver el reparto de hábitat en una reserva de Marruecos, donde coexisten desde hace alrededor de 30 años.
Según ha comunicado el CSIC en una nota, los resultados publicados en la revista Journal of Mammalogy demuestran que las tres especies, que en la naturaleza pueden ocupar el mismo espacio, usan el hábitat “de manera diferente a la hora de buscar alimento” y, mientras la Gacela de Cuvier utiliza “preferentemente” el estrato arbóreo, la Gacela dama el herbáceo, así como la Gacela dorcas el matorral.
De esta forma, el uso del hábitat influye “en la supervivencia y aptitudes de las especies”, por lo que la calidad del espacio y la disponibilidad de alimentos “son cruciales para las dinámicas de población de las gacelas”. También se demuestra que “cuanto menores son los recursos –propio de estaciones más secas como el verano– mayor es su rango de preferencias para compensar una menor disponibilidad de alimento”.
Asimismo, el estudio de los hábitats naturales es “esencial para monitorear especies objetivo y establecer acciones de conservación y planificación”. También evaluar las similitudes y diferencias en el uso del hábitat en primavera y verano en el norte de África es “fundamental para la supervivencia a largo plazo de las especies de antílopes y gacelas amenazadas que coexisten”.
En este sentido, las tres especies están clasificadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con “distintos grados de amenaza”. Además, están incluidas también en los Anexos I –Gacela de Cuvier y Gacela dama– y III, con la Gacela dorcas, del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), que reconoce su valor “irremplazable” en los sistemas naturales del planeta.
Entre las causas más comunes de la amenaza de las gacelas, se encuentra la caza furtiva y la pérdida del hábitat, que ha causado descensos “dramáticos” durante la segunda mitad del siglo XX. También el equipo de investigación, compuesto por las investigadoras de la EEZA junto al Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC) Eulalia Moreno y Amalia Segura, señala un escenario climático basado en “la bajada de precipitaciones para la cuenca mediterránea”.
En cuanto a estas variaciones pluviométricas, obligarán a las gacelas damas y dorcas a modificar su alimentación en años más secos, puesto que “su alimento es, fundamentalmente, plantas”. De esta manera, el trabajo advierte de que la sequía “limitará el desarrollo de las pocas poblaciones silvestres que aún quedan en el norte de África de algunas de estas especies”.
La investigadora Eulalia Moreno ha señalado que según los resultados, su conservación en el norte africano –donde aún quedan algunas poblaciones silvestres– pasa por “restaurar la diversidad estructural del hábitat que ocupan hacia una mayor heterogeneidad de plantas, arbustos y árboles”.
Moreno ha concluido subrayando que los resultados son de aplicación en estos proyectos, pues aportan “información de interés sobre el tipo de hábitat que prefiere usar cada especie para buscar su alimento”, especialmente si la reintroducción se realiza “en una zona donde aún queda alguna población relicta de otra especie de gacela potencialmente competidora”.
- Te recomendamos -