SEVILLA, 1 (EUROPA PRESS)
Un centenar de directivos portugueses y andaluces se han reunido en Sevilla con el objetivo de fomentar las relaciones económicas y empresariales entre ambos territorios durante la jornada ‘Nuevos retos en el sector agroalimentario’, organizada por el Consulado General de Portugal en la capital hispalense y el Consejo Empresarial Andalucía Portugal (CEAP).
A lo largo de diferentes ponencias y mesas redondas, los expertos han destacado la “estrecha vinculación existente” y, de hecho, España es el primer cliente y proveedor del país vecino, detalla CEAP en una nota. La evolución de los intercambios comerciales entre los dos socios ibéricos a lo largo de los últimos años ha seguido en líneas generales una tendencia ascendente, y en 2023 las exportaciones españolas se situaron en 31.800 millones de euros, mientras que en sentido contrario ascendieron a 16.530 millones.
En este capítulo, el Consejo señala que Andalucía juega un papel “fundamental”, una región que tiene en Portugal a uno de sus “mayores socios comerciales”. Así, fue el tercer mercado donde más vendió en 2003 (solo por detrás de Alemania y Francia) con 3.587 millones. Esta cifra supone un 5,4% más sobre 2023 y representa un 9,3% de las exportaciones totales andaluzas. En 2024, la cifra acumulada ya se ha situado en 2.084 millones hasta julio, últimos datos disponibles.
La cónsul general de Portugal en Sevilla, Cláudia Boesch, ha destacado “la estrecha relación entre los dos países y la vinculación especial con Andalucía”, reforzada tras la constitución en 2013 de CEAP, institución que preside actualmente la directiva de Sovena Mercedes Gómez.
Por su lado, el vicepresidente de CEAP, José Luis Cobián, ha puesto el acento en la “relevancia de las relaciones comerciales entre España y Portugal, de manera especialmente significativa en el caso de Andalucía”, y en el objetivo del Consejo de “fomentar las relaciones entre dos países hermanos que están creciendo mucho y cuyas empresas también lo están haciendo, de la mano de la internacionalización”. El también representante de Herogra ha manifestado la vocación de continuidad de estos encuentros, “al menos dos por año”, en los que se abordarán muchas otras cuestiones de ámbitos como el aeroespacial o el financiero.
A continuación, el director de Corporate Qulity de Sovena, Luis Aparicio, ha ofrecido la ponencia ‘Nueva legislación en materia sanitaria’, en la que ha puesto de manifiesto la continua publicación de nuevas normativas, “más de 700 en los últimos 365 días”. Ha explicado que se avecinan cambios relevantes en materia de “etiquetado, de regulación de alimentos procesados, de políticas relativas a alimentos sostenibles y de seguridad alimentaria”.
Estos cambios tendrán un gran impacto tanto “en los productores primarios como en la industria alimentaria, en los consumidores y en la Administración”. Entre otras cuestiones ha mencionado el mayor énfasis que se aplicará a la sostenibilidad de los alimentos y los procesos, su trazabilidad, el desarrollo de I+D+i en la industria agroalimentaria, los productos saludables o un etiquetado más claro.
Seguidamente, en la mesa redonda ‘Las ayudas al sector agroalimentario en España y Portugal’, los consultores Lucas Domínguez (director territorial de Evalue) y Pedro Falcato (director comercial de Consulai), conducidos por el gerente de ProSevillaPort, Simón Onrubia, han enumerado las “numerosas ayudas e incentivos” que existen en ambos países, si bien han advertido de las dificultades que muchas veces se encuentran las compañías para acceder a los fondos debido a la “maraña burocrática”.
En este sentido, han puesto en valor el gran recorrido que existe en lo que se refiere a todo lo relacionado con la I+D. Falcato ha incidido en la relevancia de cumplir los requisitos establecidos en cada caso. “Merece la pena cumplir las reglas porque la subvención a los proyectos puede ser muy importante”, ha señalado, además de remarcar que en el país luso es fundamental “que no se hagan inversiones o compromisos de inversión antes de la petición de la subvención, porque de lo contrario, el proyecto no será subvencionado. Si es necesario empezar, es mejor olvidarse de dicha subvención para no comprometer la viabilidad del proyecto”. Ha expuesto que las subvenciones agrícolas en Portugal aspiran a un máximo que ronda los 500.000 euros.
Domínguez, por su parte, ha asegurado que el marco de ayudas en Andalucía “es favorable”, con la expectativa de que “crezcan los fondos en los próximos años, con más convocatorias, líneas y presupuesto disponible para las empresas”. Ha destacado la complicación que muchas veces representa la burocracia y la importancia de que las Administraciones den un paso adelante para una mayor simplificación administrativa.
Finalmente, el presidente del Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera (IPMA), Jorge Miguel Miranda, ha pronunciado una conferencia sobre un asunto de plena actualidad: ‘Cambio climático. El estrecho camino entre mitigación y adaptación’. Ha iniciado su intervención reflexionando sobre la enorme transformación que va a experimentar la agricultura en los próximos años, fruto del cambio climático, “que provocará precipitaciones extremas y sequías prolongadas”.
Ha definido la agricultura como “el gran indicador del clima, que en el futuro debe apostar por un “cultivo intensivo e industrializado, con extensas áreas naturalizadas y una agricultura ecológica de baja densidad”. Ha abogado asimismo por una “ampliación de la responsabilidad de las empresas agrícolas, aumentando el autocontrol y el seguimiento organizado por las propias compañías y las cooperativas, con más ingeniería y uso de datos, más capacidad financiera y de innovación, y mayor integración de la circularidad en el proceso; deben convertirse en los principales actores en la defensa del mundo natural”.
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